Mientras para muchas mujeres ser madre de tres niñas puede ser un impedimento para estudiar, para Lisa Shawn Cabello fue el gran motor para terminar una carrera de enfermería en el Laredo College (LC).
A una edad temprana, Lisa, graduada del Programa de Enfermería Vocacional de Laredo College, fue testigo de la lucha de su abuelo contra la enfermedad de Parkinson. Al crecer en una familia de profesionales de la salud, se inspiró para unirse al campo y generar un impacto duradero en su familia y su futuro.
Cuando tenía cinco años, verlo confinado en su cama durante las etapas avanzadas de la enfermedad, despertó el deseo de hacer más por él. Mientras observaba a sus tías cuidarlo como profesionales de la salud, le mostraron los fundamentos del cuidado de un ser querido y lo que realmente significaba ser enfermera.
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Durante su último año de preparatoria, se convirtió en madre. Sus tres hijas siempre han sido su máxima prioridad, incluso cuando impulsó su objetivo profesional hacia el futuro. A pesar de su fuerte deseo de trabajar en el campo de la atención médica, Cabello dijo que su viaje necesitaría hacer una pausa para asegurarse de criar a sus tres hijas con la atención que merecían y necesitaban.
Cabello dijo que no fue hasta la pandemia de COVID-19 que sus pensamientos volvieron a su objetivo de convertirse en enfermera. Con la crisis sanitaria que detuvo el mundo y que aumentó la necesidad de enfermeras, el camino y su mente quedaron claros.
Sin embargo, este nuevo camino llegó con cierta desgana y oposición.
Desviar la atención de sus hijas sería casi imposible y algunos detractores que le dijeron que una madre de tres hijos simplemente no podía ingresar al campo la hicieron dudar sobre los pasos que tendría que tomar.
“De hecho, cuando estaba embarazada de mi primera hija, me dijeron que debía renunciar a mi sueño porque me estaba convirtiendo en madre y ser enfermera ya no era una opción para mí”, dijo. “Cuando me dijeron eso, dije ‘no te preocupes, solo mírame. Puede que me lleve incluso más tiempo que a los demás, pero un día lo haré realidad”.
Este ruido y negatividad, sin embargo, fue silenciado por su hija mayor, quien le dijo que podía hacerlo. A su mayor le siguieron sus dos hermanas menores, dijo Cabello, y que fueron la razón número uno por la que luchó para ingresar al programa y tener éxito.
“Mi hija mayor siempre me preguntaba cuándo iba a ser enfermera porque sabía que ese siempre había sido mi sueño”, dijo.
Entre el amor de sus hijas y su familia, nada la impidió unirse al Programa VN en Laredo College y mostrarles cómo su madre llegaría a graduarse.
La semana pasada, Cabello asistió a su ceremonia de colocación de premios antes de caminar por el escenario en su graduación. Entre sus insignias, una foto de su abuelo viajaba con ella dentro de un relicario en su estola. Dentro de sí misma, Cabello mantuvo la promesa hecha años antes de que, a pesar de las luchas y la oposición, se convertiría en enfermera.
“Sé que le alegraría ver que estoy aquí y que él me inspiró a ayudar”, dijo. “La enfermería siempre tuvo mi atención y años después, desde esos momentos con mi abuelo, él y mis hijas realmente me inspiraron y motivaron a volver a la escuela”.
Este éxito no estuvo exento de dificultades.
“Me perdí la graduación de tercer grado de mi hija en la escuela. Era la primera vez que no veía una de sus ceremonias de premiación, pero ella me dijo que sabía que yo estaba allí en espíritu”, dijo Cabello.
Con sesiones de estudio necesarias para los exámenes, pasaba largas noches lejos de sus hijas, su esposo y sus padres. Cabello dijo que si bien su positividad siempre estuvo en casa, las horas de estudios, laboratorios y trabajo duro a menudo la alejaban de ellos.
En esos momentos, eran sus amigas de clase las que se ayudaban mutuamente a empujarse unas a otras hacia la meta.
“Todos éramos una especie de mezcla. Algunas de nosotras éramos mamás, otras no. Creamos un fuerte vínculo juntos, ya que cuando ingresas al programa solo, es bueno encajar con los demás y motivarnos mutuamente a través de los exámenes y laboratorios”, dijo. "Es bueno tener todo este apoyo de mis amigos ahora más cercanos".
Con todo este apoyo, se cruzó la línea de meta, pero Cabello aún no ha terminado. Tiene los ojos puestos en la Licenciatura en Ciencias de Enfermería. Ella ya ha demostrado que los detractores están equivocados, el apoyo de su familia es inquebrantable y sus nuevos amigos continúan apoyándola.
Ella cree que las madres tienen la voluntad inquebrantable de lograr aquello en lo que sus mentes están enfocadas y anima a todos a seguir sus sueños e ignorar a aquellos que dicen lo contrario.