El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha emitido una nueva y polémica directriz que ordena a los hospitales en el estado a recopilar datos sobre el estatus migratorio de sus pacientes, lo que ha generado un intenso debate.
Como parte de su agenda contra la inmigración irregular, el gobernador texano ha promulgado una orden ejecutiva que exige a los centros de salud entregar informes detallados con el objetivo de calcular los costos asociados a la atención de personas que residen en el país sin la debida autorización legal.
Estatus migratorio de sus pacientes
A partir del 1 de noviembre, los hospitales deberán comenzar a recolectar esta información, una medida que ha suscitado preocupación entre los defensores de los derechos de los inmigrantes.
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La orden de Abbott no especifica claramente cómo deben los hospitales implementar esta nueva política, lo que ha dejado a expertos legales y a la principal asociación de hospitales del estado tratando de entender sus posibles implicaciones en la prestación de servicios de salud.
"Estamos revisando esta directriz tan pronto como sea posible", indicó la Asociación de Hospitales de Texas, que agrupa al 85% de los centros de salud del estado.
En la actualidad, los hospitales no preguntan a los pacientes sobre su estatus migratorio como requisito para recibir atención médica (...) la ley nos obliga a tratar a cualquier persona, independientemente de su capacidad de pago o su estatus migratorio
Es importante subrayar que los proveedores de servicios médicos no tienen la obligación legal de indagar sobre el estatus migratorio de sus pacientes ni de reportarlo a las autoridades.
Esta no es la primera vez que el gobernador Abbott impulsa medidas controversiales en relación con la inmigración. Anteriormente, ha respaldado leyes que penalizan con cárcel la entrada irregular al país y ha destinado miles de millones de dólares para la construcción de barreras físicas y el despliegue de militares en diversas áreas fronterizas.