Este miércoles se incorporaron 14 nuevos oficiales a la Policía de Laredo, son 13 hombres y una mujer, para sumar más de 520 elementos, en una corporación que este mismo año ha enfrentado una serie de problemas internos y externos, incluso la separación de su jefe máximo.
Bajo sendas investigaciones del FBI y los Texas Rangers, la corporación sigue sumando elementos que desean servir a los laredenses y fue que este 30 de agosto, en el Centro de Actividades Estudiantiles del Distrito Escolar Independiente Unido (SAC-UISD) se llevó a cabo la sencilla pero emotiva ceremonia de entrega de placas, colocación de insignias y toma de juramento.
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Deanna Cordelia Solís, Edgar Alan Fraga, Charles Austin Garay junior, Alejandro García junior, Oscar Alexis Guel y Reynaldo Hernández, juraron proteger y servir a sus conciudadanos.
Igual que Kim Chau Ho, Stephen Mangino, Allan Martínez, Jerry Martínez, David Mireles junior, Miguel Ángel Muñoz junior, Luis Fernando Valdez y Daniel Villarreal, aseguraron que cumplirán con ese que es el lema de la corporación “Proteger Y Servir”.
Fue la primera y al parecer la única generación a la que como Jefe Interino de la Policía de Laredo, Steve Landín les hizo las recomendaciones, les dio un emotivo mensaje y les indicó las instrucciones iniciales, ya que la Policía de Laredo está por elegir nuevo titular de la corporación y esta misma tarde de martes 30 de agosto se tendría la audiencia pública de los cinco aspirantes finalistas para con la ciudadanía.
La Policía de Laredo vive un año 2023 de muchas convulsiones, con suicidio de su dirigente gremial, investigaciones del FBI y de los Texas Rangers, arrestos de algunos oficiales, separaciones o castigos de otros y hasta la terminación del propio jefe de la corporación, Claudio Treviño.
Hay malos manejos de los fondos de la Asociación de Oficiales de Policía de Laredo, intervención ilegal de elementos y personal civil en la pasada contienda electoral para renovar miembros de cabildo.
Así como otros problemas internos que han derivado en estos escándalos al interior, incluso del personal civil, con denuncias a secretarias de la dirección y pleitos por celos entre esposas de los policías y mujeres que trabajan en el edificio principal.