Este lunes al inicio del juicio por homicidio al enfermero Joel Pellot, acusado de la muerte de su esposa María Eugenia Muñoz, el juez de la causa y a petición de la fiscalía de distrito denegó quitar algunas evidencias y testimoniales que el ministerio público quiere presentar como pruebas incriminatorias.
El defensor del anestesiólogo portorriqueño, pidió al juzgador, desecharlas para que así el jurado no las escuche e incida en su dictamen de estos 12 ciudadanos.
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Lo mismo que varios documentales, pruebas de laboratorio, observaciones del médico forense, entrevistas con vecinos y conocidos de la pareja, porque todas ellas afectaban a su cliente.
Oscar J. Hale junior, juez de la causa en la corte de distrito 406, las dejó casi todas (más de 20), por ser substanciales o claves en la presentación de la acusación.
“Esto de las propuestas de quitar o agregar elementos al juicio, debió hacerse antes, en la audiencia final antes del juicio, no ya iniciado el mismo, pero en fin las ganamos y se sostienen”, dijo Isidro Alanís, Fiscal de Distrito del Condado de Webb.
Este juicio podría resolverse en una semana y media, más o menos como para el miércoles 29 de este mes, pues son más de 20 las personas que habrán de comparecer, ofrecidas tanto por la fiscalía como por el abogado defensor de Pellot.
Es así que dio inició el juicio por la muerte de la enfermera boricua, María Eugenia Muñoz, de 31 años de edad, acusando a su marido, colega y compatriota Joel Pellot, hoy de 42 años.
Pellot tiene especialidad en anestesología, el fiscal de distrito asegura que sí hay elementos suficientes, encontrados en el organismo de la mujer, gracias a la autopsia de ley, pruebas que incriminan al acusado como probable asesino de la dama, por haberle suministrado tales medicamentos, barbitúricos, sustancias controladas o potentes fármacos.
Hay además historial de violencia doméstica entre ambos, amenazas de muertes, llamadas al 911, daños y destrozos a vehículos, evidencias de por lo menos los últimos tres años de vida en pareja que tuvieron en Laredo, del 2018, 2019 y 2020, hasta la fecha fatal el 22 de septiembre del 2020.
La pareja radicaba con sus dos hijos pequeños en la cuadra 2 calle Canyon Oak, exclusivo residencial del noreste de Laredo.
Pellot esa noche de la muerte, llamó al sistema de emergencias “911” y dijo que su mujer estaba inconsciente, que no respondía.
A los patrulleros y detectives que llegaron al domicilio, les dijo que encontró un frasco de medicamentos controlados, casi vacío, solo con dos píldoras, siendo que él se lo había dado lleno de cápsulas.
Joel Pellot podría recibir de 5 a 99 años de cárcel, de comprobarse el homicidio de su esposa; alcanzaría cárcel de por vida, dijo este lunes Isidro Alanís.