Un trailero indocumentado nicaragüense a quien se le murió una persona ilegal dentro de un remolque-tolva metálica, en el que llevaba 63 extranjeros, cubiertos con lona de vinil, aceptó su culpa ante un juez federal de Laredo.
Afuera de la trampa mortal de acero y completamente tapada con un toldo de material sintético, la temperatura ambiente ese lunes 6 de junio era de más de 100 grados Fahrenheit, por lo que al interior y hasta abajo del embudo de acero, con decenas de personas apiladas, el termómetro estaba a 130 grados.
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Arling Antonio Gutiérrez García, de 49 años, de Nicaragua, también extranjero sin documentos, este viernes aceptó ante la juez Diana Saldaña, el cargo de conspirar para transportar personas indocumentadas, dijo Alamdar Hamdani, Fiscal Federal del Sur de Texas.
Cerca del cruce con Espejo Gate, en la carretera 83 Norte que conecta con Catarina, Texas, 49 millas de Laredo, los indocumentados, como pudieron, rasgaron el grueso vinil y empezaron a brincar al asfalto, con el camión en marcha.
Cuando Arling se dio cuenta de lo que ocurría, por los fuertes golpes dados en el metal por parte de los extranjeros, para que detuviese el tractor-contenedor, sacó el binomio de la carretera, enfiló por camino de terracería de un rancho y paró la marcha de la unidad, luego pretendió confundirse entre los indocumentados, 41 ya estaban en tierra firme, semi escondidos entre arbustos, o tapándose del incandescente sol.
Un pasajero fue encontrado muerto al fondo del contenedor, cerca de la boquilla o cloaca, por donde suelen sacar el material, mediante el uso de la fuerza de gravedad.
La juez federal en Laredo, Diana Saldaña, puede sentenciar hasta cárcel de por vida.