Previo a su encuentro con el presidente de México, Joe Biden, presidente de Estados Unidos, viajó este día a El Paso, Texas, donde inspeccionaría el flujo de visitantes de la frontera.
Se tenía programado que el Mandatario estadounidense se reuniera con funcionarios de aduanas e inmigración en el cruce del Puente de las Américas, antes de volar a Ciudad de México.
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En el aeropuerto fue recibido por el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien tiene sus dudas sobre la política de Biden en materia de inmigración.
"El Presidente tiene muchas ganas de ver por sí mismo cómo es la situación de la seguridad fronteriza", dijo John Kirby, el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca.
Abbott le entregó a Biden una carta que describía las leyes que marcarían una gran diferencia, si se aplicaban, para abordar el "caos" en la frontera.
El anuncio de Biden sobre la seguridad fronteriza y su visita a la frontera tienen como objetivo en parte sofocar el ruido político y mitigar el impacto de las próximas investigaciones sobre inmigración prometidas por los republicanos de la Cámara.
Pero cualquier solución duradera requerirá la acción de un Congreso profundamente dividido, donde los múltiples esfuerzos para promulgar cambios radicales han fracasado en los últimos años.