En un caso poco común, un trailero y un despachador de una línea de transportes, fueron declarados inocentes de cuatro cargos de posesión y distribución de metanfetaminas.
El caso contra Tomás Pecina y Javier Solís fue ventilado en la Corte Federal del Distrito sur de Texas ante la jueza Federal Marina García Marmolejo.
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Pecina, un despachador de Laredo, y Solís, conductor de camiones de México, recibieron cargos formales por la posesión con intento de distribuir 389 kilos de metanfetaminas que fueron decomisadas por agentes federales en Atlanta, Georgia.
Por los cuatro cargos federales los dos hombres enfrentaban una condena de cadena perpetua si resultaban culpables.
Los dos se declararon inocentes de los cargos y mediante sus abogados solicitaron un juicio por jurado.
Solís fue representado por el abogado Javier Montemayor mientras Pecina tuvo como su defensor al abogado Javier Guzmán.
ASÍ COMENZÓ TODO
El reporte del caso indicó que en agosto del 2019 Solís llevó una mercancía de Laredo, Texas, a Orlando, Florida y luego se dirigió a Miami para recoger una lancha.
Pecina, quien era despachador en la línea donde laboraba Solís, lo mandó a Atlanta, Georgia, pero en el trayecto el camión tuvo una falla mecánica. El chofer recibió instrucciones para acudir a un taller para repararlo.
Al llegar al taller fue recibido por unas personas que lo llevaron a un hotel para esperar a que lo arreglaran. En ese lapso agentes federales grabaron cuando el camión era descargado en el supuesto taller por unas personas en dos carros.
Solís acudió a recoger el camión y fue interrogado por las autoridades sobre un decomiso de drogas, pero dijo que no sabía nada sobre la transportación del enervante en un compartimiento oculto del camión.
Luego, en febrero del 2021, los agentes federales interrogaron a Pecina, quien fue el despachador en el caso y también negó tener relación alguna con el cargamento de droga.
Sin tener suficientes evidencias en su contra, Solís y Pecina fueron arrestados en junio del 2022 para ser procesados.
Sus abogados argumentaron que no había evidencia directa contra sus clientes y tras casi tres horas de deliberación, el jurado terminó por declararlos inocentes por lo que los cargos les serán retirados y quedarán en libertad.