La Navidad no solo se trata de adornos y regalos; también puede ser una oportunidad para armonizar la energía de tu hogar y atraer bienestar. Según el Feng Shui, la ubicación del árbol de Navidad influye directamente en la prosperidad, la salud y la felicidad de la familia durante la temporada.
Expertos en Feng Shui recomiendan colocar el árbol en la zona sureste de la casa o de la sala, ya que corresponde al área de la riqueza y la abundancia. Esta posición potencia la prosperidad, favorece oportunidades financieras y promueve un flujo positivo de energía (chi) en el hogar. Por otro lado, situar el árbol en la zona este puede estimular la salud y el bienestar físico, ya que este sector está relacionado con la energía de la familia y la vitalidad.
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El Feng Shui también señala que el árbol debe estar visible al ingresar al espacio, pero sin bloquear el paso ni interferir con la circulación de las personas. Un árbol ubicado estratégicamente permite que la energía fluya libremente, evitando estancamientos que podrían generar tensiones o conflictos familiares durante las festividades.
El tipo de decoración también influye: luces cálidas y adornos de colores verde, dorado y rojo son ideales para equilibrar los cinco elementos (madera, fuego, tierra, metal y agua), potenciando la armonía y la buena fortuna. Además, se recomienda que el árbol se mantenga ordenado y libre de objetos rotos o acumulación de polvo, ya que esto puede bloquear la energía positiva.
Colocar el árbol de Navidad según estas recomendaciones no solo aporta belleza al hogar, sino que también se convierte en un amuleto simbólico de prosperidad y salud, conectando la tradición navideña con la filosofía del Feng Shui para recibir el nuevo año con energía positiva y equilibrio familiar.
