DELITOS

Texas: hacer esto con un indocumentado podría costarte 250 mil dólares y años en prisión

Aunque muchos casos surgen de actos de compasión, la ley estatal y federal contempla penas severas que van desde años de cárcel hasta multas severas

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Enfrentar un cargo por transportar inmigrantes indocumentados en Texas puede convertirse en uno de los procesos legales más estresantes y complejos para cualquier persona. Para muchos, la situación es aún más difícil cuando sus intenciones no estaban motivadas por lucro, sino por compasión o por el deseo de ayudar a alguien en una circunstancia vulnerable.

Sin embargo, la ley texana es estricta: el transporte de personas sin estatus migratorio legal es considerado “Contrabando de Personas” y está tipificado en el Código Penal de Texas §20.05, además de que también puede ser perseguido como delito federal, donde las penas suelen ser todavía más severas.

La legislación establece que una persona comete este delito si utiliza un vehículo, aeronave o embarcación para trasladar a individuos con la intención de ocultarlos de las autoridades, ayudarlos a evadir controles o facilitar su permanencia ilegal en el país.

La fiscalía no necesita demostrar que hubo pago o ganancia económica. Incluso si el traslado se hizo por empatía o para apoyar a un familiar, la persona puede enfrentar los mismos cargos.

Penas severas que pueden cambiar la vida

Las consecuencias legales por este delito son amplias y dependen de factores como la edad del inmigrante transportado, si existió lucro o si hubo riesgo, lesiones o muerte. Las sanciones van desde delitos graves de tercer grado, con hasta 10 años de prisión, hasta casos extremos con cadena perpetua, cuando el transporte deriva en una muerte. En todos los escenarios, las multas pueden llegar a 250 mil dólares, debido a los proyectos de ley HB7 y HB800.

Una condena por contrabando de extranjeros conlleva efectos profundos que pueden acompañar a una persona durante años.

Las empresas realizan verificaciones de antecedentes y suelen rechazar perfiles con delitos graves, lo que complica conseguir empleo en sectores que requieren confianza o supervisión. Incluso los trabajadores que ya tienen un puesto pueden ser despedidos al conocerse la condena, generando inestabilidad económica prolongada.

A esto se suman las repercusiones adicionales asociadas a tener antecedentes penales: dificultades para rentar vivienda, para acceder a créditos bancarios, para viajar al extranjero y la pérdida de derechos civiles, como votar o poseer armas. Las personas que ejercen profesiones con licencia médicos, abogados, docentes pueden incluso ver cancelada su certificación.

Impacto devastador para los no ciudadanos

Para quienes no tienen ciudadanía estadounidense, las consecuencias son todavía más graves. El contrabando de personas se considera un “delito agravado” bajo las leyes migratorias, lo que casi siempre deriva en deportación, sin posibilidad de fianza durante el proceso. Además, la condena puede volverlos inadmisibles de por vida, impidiendo cualquier futuro trámite migratorio y separándolos definitivamente de sus familias en Estados Unidos.

La policía en Texas suele confiscar el automóvil utilizado en el presunto delito, lo que representa una pérdida inmediata que afecta la movilidad, el trabajo y la vida diaria. Para muchos, es imposible sustituirlo: los antecedentes penales y la presión económica de multas y abogados dificultan obtener financiamiento. 

Las leyes migratorias se aplican con extrema severidad, cualquier acción que parezca inocente puede escalar rápidamente a un proceso penal con consecuencias irreversibles. Por ello, más allá de la intención sea ayudar, acompañar o mostrar compasión, es fundamental entender el marco legal y buscar asesoría profesional antes de exponerse a un riesgo que podría afectar toda la vida