Cuando tenía apenas seis años de edad, en 1951, Luis Armando Albino fue secuestrado en la ciudad de Okland, California. Más de 70 años después, gracias a las nuevas tecnologías, en especial el uso del ADN ancestral, además de apoyo como fotos antiguas y recortes de periódico, pudo ser encontrado por su familia.
La sobrina de Albino, con ayuda del FBI, logró localizarlo en la costa este de Estados Unidos. Albino, que hoy en día es padre y abuelo, fue bombero y también fue miembro de la Marina durante la guerra de Vietnam.
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Su sobrina, Alida Alequin, de 63 años, fue quien finalmente logró encontrarlo y organizó su reencuentro con la familia en el estado de California.
El secuestro
Albino, originario de Puerto Rico, estaba jugando con su hermano en un parque de Oakland, el 21 de febrero de 1951, cuando una mujer le ofreció dulces. Luego de eso, la extraña lo secuestró y fue llevado a la costa este donde una pareja lo adoptó y lo crió como su propio hijo.
Aunque Albino estuvo desaparecido por más de 70 años, su familia siempre lo tuvo presente, y varios de ellos conservaban una fotografía suya en sus hogares. Su madre, que falleció en 2005, nunca perdió la esperanza de que su hijo estuviera vivo.
La policía de Oakland reconoció el papel fundamental de Alequin en la localización de su tío, destacando que el resultado de esta historia es lo que siempre se ha aspirado. En una entrevista, Alequin compartió que su tío la abrazó y le agradeció por encontrarlo.
Extensa búsqueda
En el año de la desaparición, se llevó a cabo una extensa búsqueda que involucró a policías, soldados y empleados de la ciudad. Se inspeccionaron varios puntos de la ciudad, pero sin éxito.
Fue en 2024 cuando Aleguin y sus hijas iniciaron la búsqueda de su familiar, hilando pistas hasta llegar con la policía de Oakland, que afirmó que las nuevas pistas eran relevantes y abrieron un nuevo caso, hasta que finalmente dieron con él.
Investigadores informaron a Alequin y a su madre que habían encontrado a su tío. "No empezamos a llorar hasta que se fueron", comentó Alequin. "Tomé las manos de mi mamá y le dije: ‘Lo encontramos’. Estaba tan feliz".
Cuatro días después, y con la ayuda del FBI, Luis viajó a Oakland para reunirse con Alida, su madre y otros familiares. Al día siguiente, Alequin llevó a su madre y a su tío a casa de Roger en el condado de Stanislaus, California. "Se dieron un fuerte abrazo y platicaron sobre el día del secuestro, sus experiencias en las fuerzas armadas y otros temas".