De origen canadiense, Blake Dinkin, dedicó una década en desarrollar un café de calidad, luego de conocer y trabajar en la industria cafetalera, hoy en día sus esfuerzos han rendido frutos y ha logrado posicionar una taza de su producto a más de 60 dólares.
Blake bautizó su producto como Black Ivory, Marfil Negro a su traducción al español, se ha convertido en uno de los manjares encontrados en hoteles de 5 estrellas y establecimientos restauranteros con estrella Michelín.
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Quienes han probado su delicioso sabor, lo han descrito como suave, rico con toques de chocolate y malta.
Pero a pesar de exquisito sabor, hay quienes evitan probar este café, pues su elaboración es bastante peculiar y distinta a la tradicional.
Los granos de café de Black Ivory, son cosechados a partir del excremento de elefantes en Tailandia, causando sorpresa y asombro.
Su sabor no siempre fue el mejor, pues dedicó poco más de una década en su elaboración.
"Cuando por primera vez probé el café del primer experimento, en febrero de 2003, supe perfectamente con el primer sorbo a qué sabe y huele un elefante. Fue horrible", contó Blake Dinkin.
Y describe como luego de sortear la idea de trabajar con jirafas, cebras y leones, se dio cuenta de cómo los elefantes se adentraban a las plantaciones de café.
"Entonces fue cuando escuché que en época de sequías, los elefantes salen de la selva y se adentran en plantaciones de café en busca de comida. Esto crea un conflicto con los agricultores y muchos animales mueren envenenados", dijo.
Fue en el 2016 cuando el empresario traslado sus operaciones a Surin, en Tailandia, donde su empresa saltó al mundo.
En plataformas de venta como Amazon, 1.4 onzas de café Black Ivory, tiene un valor de 150 dólares.