El futuro de la transportación interurbana en el estado de Texas está a la vuelta de la esquina, parece inminente la construcción del nuevo tren de alta velocidad, que conectará a las ciudades de Dallas y Houston, en tan solo 90 minutos.
Con este proyecto, Texas estaría a la vanguardia en trasnportación ferroviaria, ya que esto cambiaría radicalmente el transporte interurbano. Gracias a los avances tecnológicos y a la infraestructura, este nuevo tren alcanzaría velocidades superiores a los 300 kilómetros por hora. Además de ser una alternativa ultra rápida, también resulta una opción ecológica frente a los tradicionales viajes por carretera en automóvil o incluso los viajes en avión.
Te podría interesar
¿Cuáles son los avances en el proyecto?
Los gobiernos de Houston y Dallas, ya evalúan la posibilidad de este tren de alta velocidad, en lo que es una apuesta por métodos alternativos de transporte, en el corredor más congestionados de Texas, que en los últimos años ha experimentado un aumento del tránsito en autopistas.
Entre Dallas y Houston existe una distancia de 386 kilómetros, que en el nuevo tren de alta velocidad podrán recorreré una hora y media, dos horas menos que en el trayecto por carretera, algo que sin duda facilitaría la vida de miles de viajeros diarios y además potenciaría el desarrollo económico de ambas ciudades.
¿Cuál es el precio del poyecto del tren de alta velocidad y cómo se llamará?
Parece incierto hablar de una cifra sobre el costo de la construcción de este “tren bala”, ya que mientras algunas fuentes señalan la cifra de 16 mil millones de dólares, otras han manejado un costo superior a los 25 mil millones de dólares.
El proyecto se denominará Tren de Pasajeros de Larga Distancia del Corredor I-20, se estima que podría crear 17 mil empleos de manera directa y unos 209 mil de manera indirecta.
Esta es la fecha que se propone para la culminación de la obra
Expertos en el tema han sugerido que, si la construcción inicia pronto, este nuevo sistema de transporte podría estar listo y funcionando antes de la Copa Mundial de Futbol 2026, que será organizada entre México, Canadá y Estados Unidos; y por supuesto las ciudades de Dallas y Houston serán sede de algunos partidos.
A pesar del entusiasmo que rodea al proyecto, aún se tiene que definir desde el financiamiento, hasta la adquisición de terrenos, además de las regulaciones estatales; cada negociación tendrá que realizarse de manera muy precisa, para evitar retrasos que prolonguen su construcción.