En medio de una era en la que las opciones alimenticias se multiplican, muchos se encuentran en una encrucijada: disfrutar de la leche a pesar de que te caiga pesada.
La intolerancia a la lactosa es un problema común que afecta a una considerable porción de la población. Sin embargo, ¿cuál es la mejor alternativa para aquellos que desean seguir disfrutando de los beneficios nutricionales de la leche sin padecer sus efectos adversos?
Que no te caiga pesada la leche
La leche de vaca es ampliamente conocida por su riqueza en proteínas, calcio y otras vitaminas y minerales esenciales. Sin embargo, para quienes son intolerantes a la lactosa, consumirla puede resultar en molestias gastrointestinales que van desde cólicos hasta diarrea e inflamación.
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La incapacidad del cuerpo para digerir la lactosa, el azúcar presente en la leche, es la causa principal de estas molestias. La primera alternativa para aquellos con intolerancia a la lactosa es la leche deslactosada.
Esta variante, que contiene lactasa añadida para facilitar la digestión, mantiene un perfil nutricional similar al de la leche regular.
Alternativas
No obstante, existen otras opciones igualmente saludables y nutritivas. La leche de soya y las diversas alternativas a base de nueces y avena son consideradas excelentes sustitutos de la leche de vaca.
La leche de soya fortificada y sin edulcorar se destaca por su similitud nutricional, proporcionando una cantidad comparable de calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales.
Las alternativas lácteas a base de nueces y avena suelen ofrecer perfiles de grasas más saludables que la leche de vaca, siendo ricas en grasas insaturadas beneficiosas para la salud cardiovascular.
Sin embargo, al elegir una alternativa, es crucial prestar atención a las etiquetas para asegurarse de que estén fortificadas con calcio y vitamina D, esenciales para la salud ósea.
Las tabletas'milagrosas'
Además, se aconseja evitar las variedades saborizadas con alto contenido de azúcar añadido, priorizando aquellas con cantidades mínimas de este aditivo.
Pero si está dispuesto a seguir tomando leche de vaca, existen en el mercado tabletas de lactasa, las cuales puedes conseguir en farmacias o, incluso, existe la alternativa de añadir gotas del mismo enzima a la leche.
La lactasa, al descomponer la lactosa presente en los alimentos y bebidas lácteas, disminuye considerablemente la posibilidad de experimentar síntomas relacionados con la intolerancia a la lactosa.
Las alternativas a base de plantas pueden ser una opción más sostenible desde el punto de vista ambiental.
Nutrición similar
Para aquellos que desean seguir disfrutando de la leche pero padecen intolerancia a la lactosa, hay una amplia gama de alternativas disponibles que ofrecen beneficios nutricionales similares.
La elección final dependerá de las preferencias personales de cada individuo, así como de consideraciones tanto nutricionales como ambientales.