Tres tipos intentaron asaltar un restaurante mexicano en Rusia, pero todo terminó de manera positiva, pues los hombres terminaron por comprar tacos y tanto fue su gusto por la comida que después se volvieron amigos, así lo relató el propio dueño del restaurante en sus redes sociales.
El hombre identificado en las redes sociales como Bux, dijo que la mafia rusia acudió a su restaurante para hacerle cobro de piso y que él no podía creer que eso le estuviera sucediendo en un país demasiado lejos de América Latina, además él se mudó aquel país, pues pensó en alejarse de ese tipo de problemas.
El hombre explicó en redes sociales todo lo que le ocurrió en aquel país y su historia se volvió viral, pues todo dio un giro de 180 grados, tanto así que ahora es amigo de esas personas que acudieron a extorsionarlo y asaltarlo, y todo gracias a su comida.
Te podría interesar
La historia inicia cuando Verónica, una de sus empleadas, dijo que tres tipos sospechosos llegaron a la taquería y que se veían muy sospechosos, pero el propietario no le dio mucha importancia y pidió que nadie se alarmara.
¿Por qué los asaltantes cambiaron de opinión y compraron tacos?
Cabe mencionar que el propietario del restaurante ruso no entiende bien el idioma, por lo que tanto él como la empleada decidieron utilizar el traductor de Google para poder comunicarse con los hombres sospechosos una vez que llagaran.
Tanto la empleada como el propietario estaban pensando en cerrar las puertas del restaurante cuando en ese momento llegaron los tres sospechosos y Bux decidió sacar su celular con la aplicación del traductor de Google para comunicarse con los supuestos ampones.
Según Bux los hombres le pidieron las ganancias del negocio, pero el joven les dijo que no podía hacerlo porque solo contaba con la terminal para cobrar y que la caja solo se abría al utilizar el método de pago digital, por lo que los hombres decidieron hacer 'una compra'.
"Y pues compraron y ya cuando vi que el ticket se imprimió, me empecé a hacer el loco. A partir de aquí no entendí lo que ellos querían y tampoco ellos me entendían a mí". Dijo Bux.
Posteriormente, el propietario les entregó una orden de tacos a cada uno de los hombres sospechosos y con ese gesto Bux logró que los supuestos maleantes se comportaran de una manera más cordial.
"La verdad es que fue todo rarísimo. Yo no les atendí y solamente los comieron y creo que les gustaron porque hasta me abrazaron y todo (...) Al final nos hicimos amigos y se fueron felices". Finalizó la historia el mexicano que instaló un restaurante en Rusia.