Oklahoma fue golpeado este domingo por al menos cinco tornados que afectaron duramente el centro y oeste del estado. Estos fenómenos meteorológicos, catalogados preliminarmente como EF-3 cerca de Harrah y EF-1 cerca de Newcastle, dejaron un saldo de al menos 100 viviendas dañadas, cortes de electricidad para 47,000 residentes y numerosas líneas de energía y árboles derribados.
En el patio trasero de Kearns, los destrozos reflejaban las consecuencias de la tormenta: flores arrancadas, escombros diseminados en el lodo y una cerca completamente destruida.
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Es imposible recuperar el invernadero, y la cerca está destrozada. Hasta encontramos el parachoques de un auto en el patio
Mientras tanto, el gobernador Kevin Stitt pidió a los residentes reportar daños para coordinar la ayuda con la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias. Stitt también priorizó el restablecimiento de energía en los centros de votación antes de las elecciones del martes.
La comunidad se unió para limpiar y apoyar a los afectados. Sin embargo, la lluvia intermitente y los pronósticos de más tormentas complicaban las labores de recuperación.
El meteorólogo Rick Smith del NWS señaló que era raro ver tornados tan fuertes después de medianoche en noviembre, recordando que, en Oklahoma, los tornados pueden ocurrir en cualquier momento.
Varios condados también reportaron daños, desde postes caídos y estructuras destrozadas hasta inundaciones y carreteras bloqueadas.
Los residentes y equipos de rescate continuaron trabajando para evaluar el daño y brindar ayuda a los afectados, demostrando, una vez más, la resiliencia de una comunidad acostumbrada a enfrentar la furia de la naturaleza.