El presidente Joe Biden ha dado luz verde al ejército ucraniano para utilizar misiles de largo alcance proporcionados por Estados Unidos contra objetivos en territorio ruso, según confirmaron altos funcionarios estadounidenses.
La decisión, marca una escalada significativa en el apoyo occidental a Ucrania en medio del prolongado conflicto. Las autoridades han indicado que estos ataques estarán dirigidos principalmente a la región de Kursk, ubicada en el oeste de Rusia.
Biden autoriza uso de misiles contra Rusia
Este paso responde, en gran medida, a la reciente decisión de Moscú de incorporar a 10 mil soldados norcoreanos en la lucha contra Ucrania en dicha región. Sin embargo, según otro funcionario, no está claro si Biden extenderá esta autorización más allá de Kursk.
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En este contexto, Vladimir Putin ha advertido previamente que el uso de misiles estadounidenses contra Rusia constituiría un acto de guerra.
Aunque el mandatario ruso no ha emitido declaraciones tras el anuncio de Biden, su posición sobre el tema ha sido contundente: cualquier implicación directa de la OTAN o de Estados Unidos en el conflicto sería vista como una participación activa en la guerra.
La decisión estadounidense coincide con movimientos similares de aliados europeos, como Gran Bretaña y Francia, quienes autorizaron el uso de misiles SCALP/Storm Shadow por parte de Ucrania.
Rusia responderá con ataques
Además, el anuncio llegó poco después de que Rusia llevara a cabo uno de los ataques más intensos de los últimos meses, con más de 200 misiles y drones dirigidos a la infraestructura energética ucraniana.
Mientras tanto, en Estados Unidos, el equipo de transición del presidente electo Donald Trump evalúa estrategias para promover un acuerdo de paz.
Entre las propuestas está la creación de una zona desmilitarizada de 1,290 kilómetros y la aceptación de términos que, según críticos, consolidarían las ganancias territoriales de Rusia.
Aunque Trump ha prometido resolver el conflicto rápidamente, sus planes han generado debates sobre las concesiones que Ucrania podría verse obligada a aceptar.