La industria farmacéutica en Estados Unidos está enfrentando un período crítico, con grandes cadenas como Walgreens y CVS considerando cerrar numerosas tiendas.
Este cambio drástico se debe al crecimiento de las farmacias en línea y los servicios de entrega a domicilio, lo que ha llevado a una disminución en las visitas a las farmacias tradicionales.
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Walgreens Boots Alliance planea cerrar alrededor de 1,200 establecimientos en los próximos tres años, comenzando con 500 en 2025.
En su apogeo, en 2017, contaba con aproximadamente 9,560 tiendas. Por su parte, CVS cerrará 900 locales y ha anunciado recortes significativos de personal, eliminando cerca de 2,900 puestos de trabajo.
Rite-Aid también ha enfrentado dificultades, incluso declarando quiebra y cerrando 500 de sus tiendas.
Mientras tanto, empresas como Walmart están capitalizando esta transición al ofrecer servicios de entrega de medicamentos con receta, buscando satisfacer la creciente demanda de conveniencia en el mercado.