Una mujer de 41 años, identificada como Sabrina Peckman, fue atacada y devorada por un caimán de 4.2 metros el pasado viernes por la noche en el condado de Pinellas, en la costa oeste del Florida.
Por el momento todavía se investiga la “manera y causa” de esta muerte.
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La mujer formaba parte de una "población sin hogar que vivía en la zona boscosa" cercana a donde encontraron al caimán, informó su hija, Breauna Dorris.
La oficina del alguacil de este condado informó en un comunicado que varios agentes se desplazaron a un área donde hallaron el cuerpo sin vida de una persona entonces sin identificar y que se trató del ataque de un caimán de casi 4.2 metros.
"Mi madre fue víctima del ataque de cocodrilo en McCay Creek (aldea arco iris). Por favor, entiendan que aún no tenemos toda la información, ya que el informe de los médicos forenses aún no ha terminado", escribió Dorris.
"Algunos detalles que me gustaría compartir es que mi madre no se 'burló' del cocodrilo, como algunos dicen en los comentarios de los medios de noticias (...) Se cree que ella pudo haber estado caminando hacia o desde su campamento cerca del arroyo en la oscuridad y el cocodrilo atacó desde el agua (...). No importa cómo lo pongas, nadie merece morir así", añadió.
Un hombre que caminaba por la ciudad de Largo, cerca de un río, el viernes por la tarde vio un cocodrilo con lo que inicialmente parecía un muñeco en la boca. Cuando se dio cuenta de que era un cuerpo, llamó a los bomberos.
"Le tiré una piedra solo para ver si realmente era un caimán. Se movió y vi que tenía un trozo de torso humano en la boca. Empecé a gritar y él inmediatamente tiró el cuerpo hacia abajo, hundiéndose en el agua", dijo el testigo en una entrevista con un canal de noticias local.