En un caso de suma preocupación, autoridades atendieron el caso de la muerte de un bebé intoxicado por fentanilo en una guardería Nueva York, donde otros tres infantes más se encontraban en el hospital luchando por su vida.
Los hechos ocurrieron el pasado viernes 15 de septiembre, momento en el que el 911 recibió la llamada de la pequeña guardería en el barrio del Bronx, donde ocho niños eran dejados por sus padres para su cuidado. De acuerdo al reporte de la dueña del lugar, Grei Méndez, un par de niños se encontraban en condiciones graves, necesitando una ambulancia para atenderlos.
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A la llegada de los servicios de emergencia, autoridades se encontraron a tres niños, de los cuatro que se encontraban al momento del siniestro, en estado letárgico con signos evidentes de intoxicación por fentanilo y los trasladaron al hospital.
Todos los menores fueron afectados por la aspiración del opioide, siendo tratados con Narcan, el medicamento administrado en caso de intoxicación por fentanilo. Por la acción rápida de los especialistas, tres de los menores lograron ser salvados, excepto uno, el cual sucumbió a la intoxicación de la droga; todos los chicos tenían unas edades comprendidas entre los 8 meses y los dos años.
Al inspeccionar el lugar, la policía de Nueva York se encontró hasta un kilo de fentanilo escondido en un armario donde estaban las colchonetas usadas para acostar a los niños para su siesta. También se incautó una prensa para hacer pastillas y otra para embalar la droga en bolsas.
Por lo anterior, la policía detuvo a Grei Méndez, propietaria de la guardería, y a su vecino, Carlisto Acevedo Brito, quienes están acusados de asesinato, homicidio involuntario, lesiones graves y posesión de narcóticos.
Actualmente las autoridades se encuentran en la búsqueda del esposo de Méndez, quien fue visto momentos antes del incidente en el lugar, sacando bolsas de basura llenas presuntamente con el opioide, dándose a la fuga tras enterarse de la situación.