En la aduana mexicana se han detectado a personas mexicanas intentando introducir vehículos americanos, con títulos de propiedad a nombres de terceros, por lo que el automóvil es confiscado y permanece en custodia hasta que la persona compruebe que le pertenece o acuda la persona propietaria del vehículo a reclamarlo.
Hay casos en el que el conductor es Mexicano y el auto americano, pero en el mismo vehículo viaja el propietario del automóvil, por lo que no existe ningún problema, incluso hay personas que se arriesgan a cruzar un auto americano siendo mexicanos y pudieran tener suerte en que el semáforo de la aduana les toque en verde, pero si toca rojo, pudiera haber un problema.
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En cuanto a la Ley, se maneja en las reglas de comercio exterior, la número 348 que dice que, para efectos de la Ley Aduanera, los vehículos propiedad de residentes en el extranjero podrán circular dentro de una franja de 20 kilómetros paralela a la Línea Divisoria Internacional y también en la región fronteriza; siempre y cuando se cumpla que el vehículo cuente con placas extranjeras o documentos comprobatorios de circulación en el extranjero. Un mexicano solamente puede conducirlo cuando:
“Se encuentre un residente del extranjero en el vehículo, debe ir a bordo”.
Embargo del vehículo americano
En caso de que el vehículo haya sido decomisado por elementos aduanales, en la garita podrá ser recuperado siempre y cuando la persona propietaria del vehículo compruebe con documentación que es de su propiedad. Es decir, si el auto es originario de Estados Unidos, el propietario debe ser ciudadano estadounidense o residente legal de aquel país.
En caso de que el vehículo no sea reclamado por el propietario o no pueda constatar que le pertenece, la unidad será enviada al almacén de la dependencia.
La multa porque un ciudadano mexicano cruce un vehículo de procedencia extranjera y no acredite su propiedad, podría perder el vehículo y tener una multa relacionada con el valor del vehículo y de los impuestos del mismo.