Cualquiera que haya visitado Perú puede percibir la pasión que la gente de ese país siente por Inca Kola. Con su color amarillo dorado, sabor dulce y fórmula secreta, esta bebida carbonatada es una de las pocas marcas locales que ha podido vencer a Coca-Cola en el territorio de origen de los productos.
La rivalidad entre Inca Kola y la multinacional Coca-Cola con sede en Atlanta, es casi tan antigua como la historia de la marca peruana.
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La Inca Kola
Los orígenes de Inca Kola se remontan a 1910, cuando una familia británica llamada Lindley se instaló en el país y fundó una empresa destinada a la fabricación y comercialización de bebidas, a la que denominaron Fábrica de Refrescos Santa Rosa. La primera Inca Kola se comercializó en 1935.
A partir de ahí, la empresa construyó una imagen de marca ligada a la identidad nacional. Teresa Serra, profesora de marketing, añade que esta imagen se articula a través de "el vínculo de la marca con la cultura inca a través de su nombre y el diseño de su logotipo, el icono inca en la etiqueta y los colores nacionales de Perú en la primeros camiones de reparto”.
Junto con una intensa campaña publicitaria que ha utilizado a lo largo de su historia lemas como 'La bebida con sabor patrio', 'El sabor del Perú' y 'Celebra el Perú'".
La bebida se sustenta en un sistema de distribución y fuerza de venta que se extiende por todo el país de tal forma que Inca Kola se ha convertido en una “bebida nacional al alcance de todos los consumidores sin distinción de clases”, dice Serra.
Un éxito
El éxito del refresco también refleja la singularidad de los consumidores peruanos, quienes tienden a tener vínculos muy fuertes con productos que asocian con identidad personal y nacional
La soda siempre ha contado con la ventaja adicional de que combina muy bien con los sabores de los platos insignia del Perú, que son una fusión de comidas asiáticas e indígenas conocidas como "chifa".
Los peruanos están especialmente orgullosos de la cocina del país, señala Cortez, y la compatibilidad de Inca Kola con esos perfiles de sabor ha fortalecido aún más el lugar de la marca en la cultura peruana y su posición como líder del mercado, aunque Coca-Cola ocupa el segundo lugar en términos de popularidad .
Actualmente, Inca Kola tiene una participación de mercado local del 26%, seguida por Coca-Cola, que ingresó al mercado peruano en 1936, con un 25,5%.
Orgullo nacional
La popularidad de Inca Kola ha sido motivo de orgullo nacional, señalan los expertos, en comparación con el claro dominio de Coca-Cola en todo el continente sudamericano.
En 1999, ante la imposibilidad de vencer a su rival, Coca-Cola compró el 50% de las acciones de Inca Kola por 200 millones de dólares y, posteriormente, tomó el control del marketing y la producción en el extranjero de la marca. Se permitió a Lindley Corporation conservar la propiedad del refresco en Perú.
Coca-Cola ha adoptado una estrategia defensiva frente a su competidor. Al adquirir una participación en la propiedad de Inca Kola, la compañía “adquiere el negocio de distribución, por un lado, y se defiende de daños.
En lugar de intentar arruinar la marca o acabar con ella, Coca Cola se alió.
Presencia internacional
La empresa peruana se comprometió con Coca-Cola "porque buscaba algo que en ese momento pareciera facilitar el ingreso a los mercados extranjeros",.
Inca Kola también tiene presencia en Ecuador, vecino del norte de Perú, así como en Centroamérica y algunos estados de EE.UU.
El éxito de la bebida Inca Cola frente a Coca Cola se debe a su olor, sabor y características funcionales... Si no puedes con el enemigo, alíate a él.