Bionce Amaya Cortez ha recibido los último sacramentos, en un velorio de cuerpo presente sus familiares y amigos la han despedido, recordando momentos felices junto a ella.
"Ya va a descansar mi hija...", son palabras que rompen el corazón y, por ende, el alma de los que escuchan a la madre, pues, como reza un clásico dicho popular mexicano, ningún padre o madre debería cargar con el dolor de enterrar a un hijo.
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"Justicia, porque a mi hija me la mataron, no fue ningún accidente", estableció Flor Cortez, que es madre de Bionce Amaya Cortez; entre lágrimas y un semblante desencajado, hace un esfuerzo máximo para que sus palabras no se quiebren al hablar de su amada hija.
...porque a mi hija me la mataron, no fue ningún accidente
"Siempre estaba feliz en vivir la vida que estaba viviendo y siempre tenía ganas de hacer algo nuevo cada día", expresó una de su hermana, junto al ataúd donde descansaban los restos fúnebres de Bionce Amaya Cortez.
Su ataúd se haya adornado con fotos y un monitor que presenta videos de los más emblemáticos momentos de la vida de Bionce Amaya Cortez.
Fue un 9 de abril en la ciudad de China, Nuevo León donde Bionce Amaya Cortez viajó antes de regresar a la escuela, pero ya no volvió a su hogar en Mission, Texas. "Su cuerpo fue hallada en un rancho, tirada sin poder moverse", explicó su madre.
...fue hallada en un rancho, tirada sin poder moverse
"Nadie la pudo ayudar, en el que todos corrieron", son las declaraciones de una madre angustiada en el saber que su hija que iba con amigos, pues resultaron que no eran tal cosa; es decir sus amigos.
Las autoridades, a través de la Fiscalía de Nuevo León, han establecido que se trató de una muerte a causa de un accidente vial, situación que ha enardecido a algunos segmentos de la sociedad que exigen justicia y tratar este caso como feminicidio.