En un hecho casi sacado de una película de terror, autoridades penitenciarias investigan el caso de un prisionero, quien murió devorado por chinches en una cárcel de Estados Unidos.
Los hechos ocurrieron en una prisión de Fulton, Atlanta, donde Lashawn Thompson se encontraba recluido. Las autoridades lo encontraron muerto en su celda y, pese a tratar de reanimarlo, nada se pudo hacer, abriendo la investigación de las causas de su muerte.
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Horrido lugar
De acuerdo con los primeros informes, la celda donde se encontraba Lashawn Thompson estaba en un estado completamente nauseabundo, lleno de suciedad y olores desagradables. Luego de reportar al prisionero inconsciente, se intentó entrar, pero, debido a la podredumbre en el sitio, fue necesario entrar con un traje de seguridad para manejar desechos biológicos.
Tras sacarlo, los médicos intentaron darle los primeros auxilios y una reanimación cardiopulmonar, sin éxito. Luego de confirmarse la muerte de Thompson, los especialistas comenzaron con las labores forenses para determinar qué lo había matado, descubriendo una horrible escena.
Chinches culpables
Una vez realizada la autopsia al cuerpo de Thompson, los médicos hallaron que había una infestación de pequeños insectos en el cuerpo del prisionero, las cuales podrían ser chinches debido a su tamaño. De hecho, los médicos precisaron que la cara y extremidades superiores e inferiores del hombre presentaban cortes y lesiones provocadas por el picaje repetido de las chinches.
Tras darse a conocer los registros y fotografías de la celda del prisionero, la familia de Thompson indicó que demandará a las autoridades de la prisión de Fulton; Michael Harper, abogado de la familia, detalló en un comunicado que efectivamente a su cliente se lo “comieron vivo” insectos y chinches, por lo que se procederá a realizar una investigación criminal sobre este caso.