La promesa de un buen empleo bien pagado atrajo a 64 mexicanos a Canadá, quienes fueron rescatados por las autoridades de país extranjero pues fueron víctimas de explotación laboral por un grupo dedicado al esclavismo moderno.
Fue este viernes 3 de marzo cuando las autoridades de York, en Ontario, Canadá, llevaron a cabo un operativo para detener a una banda dedicada a la explotación laboral de migrantes en el territorio. En conjunto con la Agencia de Servicios Fronterizos local, se reveló la ubicación de dicha organización criminal.
Te podría interesar
De acuerdo con los primeros informes, las víctimas eran atraídas por los hampones bajo la promesa de un trabajo bien remunerado y la posibilidad de obtener la ciudadanía canadiense, cambiando así a una mejor vida. Lamentablemente todo esto fue mentira, pues al llegar al lugar, los migrantes fueron maltratados, abusados y obligados a trabajar en granjas, fábricas y almacenes.
“Acabaron viviendo en condiciones deplorables y fueron conducidos a los lugares de trabajo en autobuses privados que estaban en estado ruinoso”, relató la policía.
Tras entrevistar a los mexicanos rescatados, confirmaron como muchas de ellas dormían en colchones en el suelo y denunciaron coacción y control, además de agresiones sexuales en su contra durante esta obligada estancia.
Hasta el momento, la policía ha detenido a cinco personas, dos canadienses y tres mexicanos, así como emitió órdenes de arresto contra otras dos. Los cargos incluyen trata de personas, agresión sexual y trabajo para una organización delictiva.
Canadá cada vez utiliza más la mano de obra extranjera para cultivar sus cosechas, trabajar en sus fábricas y en otros centros laborales. Por tantas ofertas de trabajo, los engaños de una buena paga y la ciudadanía se han vuelto cada vez más comunes, atrayendo a personas ilusionadas con cambir su vida para una mejor económicamente hablando.
Desde 2011, más de 3 mil 500 casos de trata de personas han sido denunciados a la policía, de acuerdo al Departamento de Seguridad Pública de Canadá. La mayoría de las víctimas eran mujeres y menores de edad.