Un hombre, padre de familia, desapareció desde el sábado 18 en una de las playas de Chubut, en Argentina. Por la noche avisó a su esposa que estaba un poco retrasado, ya que se había quedado a conversar con unos pescadores.
Pero no llegó... fue entonces cuando se dio aviso a la policía quien comenzó a buscarlo. Luego se encontró su cuatrimoto en la que andaba, destruida, y más adelante su caso, también roto.
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Diego Barría, de 32 años, era un padre de tres niños y gustaba de andar paseando por la playa en su cuatrimoto.
Fue hasta este domingo 26 cuando dos pescadores acudieron con la policía y contaron lo sucedido. Llevaban consigo restos humanos localizados en el interior de un pequeño tiburón que habían capturado. Un tatuaje reconocido por la familia permitió identificar a Barría y la justicia trabaja ahora para intentar esclarecer lo ocurrido.
Los pescadores informaron a la policía que había capturado tres cazones, una especie de tiburón de cerca de 1,50 metros, en las aguas frente a Caleta Olivia. Al abrir al animal para extraerle las vísceras encontraron piel, grasa y carne humana.
Los restos correspondían a un antebrazo y aún era reconocible el tatuaje de una rosa verde y roja que lucía Diego. Ese detalle permitió que su familia lo identificara.
Sin embargo, la policía aseguró que se realizará una prueba de ADN para confirmar que se trata de Barría.
El comisario Cristian Ansaldo dijo que trabajan con buzos en el mar y con perros por tierra para continuar la búsqueda de más restos. El objetivo es también encontrar pistas para averiguar por qué Barría entró al agua y cómo es posible que fuese devorado por un tiburón.