Una nueva onda gélida azota este día al oeste de Estados Unidos, concretamente el estado de California, donde se esperan vientos violentos, lluvias torrenciales y fuertes nevadas en este llamado 'ciclón bomba'
El gobernador Gavin Newsom declaró la emergencia estatal y autorizó a la Guardia Nacional a apoyar la respuesta al desastre. Las autoridades locales emitieron avisos de amenazas a la vida y la propiedad en gran parte de California.
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El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió sobre inundaciones costeras repentinas y deslizamientos de tierra en zonas ya afectadas antes por incendios forestales, señalando que la tormenta puede causar muertes.
Previo a la llegada del meteoro climatológico, el estado fue azotado por una "bomba ciclónica" que provocó cortes de electricidad, cierres de rutas y la declaratoria de emergencia en el estado más poblado de Estados Unidos. Unos 190 mil hogares y comercios estaban sin electricidad el jueves.
"Un evento fluvial atmosférico significativo afectará a California durante todo el jueves, con lluvias intensas o excesivas, inundaciones con flujos de escombros y deslizamientos de tierra cerca de áreas quemadas recientemente, fuertes nevadas en las montañas y fuertes vientos", indicó el NWS.
Los "eventos fluviales atmosféricos", un fenómeno en el que aire cargado de humedad de los trópicos fluye desde el océano, no son inusuales durante los inviernos en California. Pero el actual ha venido acompañado de una "bomba ciclónica", una caída abrupta en la presión del aire que genera fuertes ráfagas.
Las advertencias de inundaciones afectan a más de 34,5 millones de californianos.
Decenas de vuelos fueron cancelados, las escuelas cerraron como medida de precaución y el NWS del Área de la Bahía instó a no viajar.