Sor Mary Elizabeth y Fray Robert vivieron una vida de estricta piedad y silencio como religiosos de la iglesia católica. Pasaron la mayor parte de sus días en el norte de Inglaterra. Pero recientemente conoció a otro monje así.
Un día llegó fray Roberto del convento carmelita de Oxford. La Madre Superiora de la orden llevó a Isabel a ver si el religioso quería algo de comer... con solo rozar sus brazos decubrieron un sentimiento inquietante.
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Sor Mary, Fray Robert y su amor
Tan solo unas semanas después de ese primer encuentro, el monje le preguntó: "¿Dejarías tu orden y te casarías conmigo?"
En ese primer encuentro la madre superiora recibió una llamada telefónica y se fue de la habitación. Los dos se quedaron solos. “Era la primera vez que estábamos juntos en el mismo cuarto"
Cuando Mary Elizabeth envió a Robert por la puerta, le limpió la manga. Ella dijo que sintió algo agradable en ese momento.
“Sentí algo de química. Había algo. Estaba un poco avergonzada. Pensé: '¿Él se sentía igual que yo?'”. Yo estaba un poco sorprendida
La Hermana Mary Elizabeth ingresó a la Orden Carmelita a la edad de 19 años. Anteriormente su nombre era Lisa y una peregrinación al poblado de Lourdes la convenció de querer ser religiosa, a los seis años de edad.
Cuando era adolescente, se convenció de la vocación durante un programa de fin de semana en un monasterio. La vida allí era particularmente solitaria, muy dura. Pero decidió que esa era la vida que quería vivir.
Le cambió el mundo
Veía a su madre solo cuatro veces al año. La ahora ex monja describió cómo siente que el mundo exterior se le había cerrado y su "mundo interior" se había abierto. Pero todo cambió cuando Fray Robert le tocó el hombro en el salón del convento.
Él le escribió un mensaje a la monja pidiéndole que dejara su vida y se casara.
Ella se preocupó y se preguntaba cómo reaccionarían los demás cuando les dijera a Robert que les gustaba? “No sabía lo que era estar enamorada".
Pensé que las hermanas lo verían en mi cara. Así que noté el cambio en mí y me asusté”
La hermana finalmente se animó. Le dijo a la Madre Superiora que pensaba que sentía algo por Robert. Pero no podía creer su reacción. “Estábamos bajo su vigilancia 24/7. Ella no entendía cómo había sido posible".
La Madre preguntó cómo se habían enamorado con tan poco contacto, recuerda Elizabeth. La religiosa ya se había imaginado cómo reaccionarían su familia y los obispos si ella se fuera. También se preguntó si su relación con Dios cambiaría.
Mientras tanto, Fray Roberto recuerda como el toque de Lisa en su manga inició un cambio en él, pero el sentimiento de amor en su corazón creció y nunca pensó que llegaría a ese punto.
Ser monje nos enseña cómo lidiar con emociones como el amor
Robert dijo que estaba teniendo un conflicto intelectual consigo mismo sobre el matrimonio cuando le envió un mensaje de texto a Lisa.
Al final, su amor de pareja fue más grande, aunque estuvieran en contra de todo y de todos.
¿Cómo encontraron consuelo?
Lo que les dio paz a Lisa y Robert fue el ascetismo que los guió. Infundir confianza personal en ellos.
Lisa primero trabajó en una funeraria. Después de eso, se unió al hospital como capellán. Robert estaba molesto por una carta de Roma que decía que ya no era miembro de la orden carmelita. Pero a los pocos días Robert fue admitido en la Iglesia de Inglaterra.
Ambos están casados. Ahora vive en el pueblo de Hutton Rudby en North Yorkshire. Aquí Robert fue nombrado vicario de la iglesia local anglicana. Ambos siguen tratando de adaptarse a la vida fuera de la iglesia.
Ella dice que pensó que había tres en el matrimonio:
Cristo está en el centro. Él viene antes que todo lo demás. Si lo sacamos de la ecuación, no creo que esto suceda
Sor Mary, Fray Robert y su amor los sigue sosteniendo ante quienes no comprendieron su romance.