Un policía de Scotland Yard, confesó haber cometido más de 80 delitos, incluidas 48 violaciones a 12 mujeres, a lo largo de dos décadas.
David Carrick, de 48 años, conocido entre los compañeros del cuerpo como Bastard Dave (Dave el Bastardo, o el hijoputa) por su carácter agresivo, ha sido acusado en varias ocasiones, sin que hasta ahora se le hubiera enjuiciado.
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A pesar de las quejas e investigaciones internas abiertas en su contra durante todo este tiempo, hasta 14 de ellas por acoso, violencia doméstica y violación, el cuerpo policial permitió que Carrick siguiera en activo.
Su caso pone sobre la mesa los serios problemas que tiene Scotland Yard para emprender acciones contra los agentes más misóginos y problemáticos de la institución, y el modo en que se ha protegido bajo el secretismo y la complicidad interna durante estos años.
Carrick, que llegó a formar parte, en su último destino, de la Comandancia de Protección Diplomática y Parlamentaria de Scotland Yard (los agentes encargados de proporcionar seguridad a diputados y dignatarios extranjeros), fue suspendido en julio de 2021, después de ser arrestado por una primera denuncia formal por violación.
Tres meses después, un nuevo caso contra él acabó llevándole finalmente ante un tribunal. Hasta entonces, todas sus víctimas habían renunciado a seguir adelante con la acusación, y las investigaciones internas se habían guardado en un cajón.
En octubre de 2021, una mujer aseguró en dependencias policiales del condado de Hertfordshire que Carrick la había atacado un año antes en un hotel de St. Albans, el Premier Inn.
La agarró por el cuello, se definió a sí mismo como un “hijoputa dominador” y no dejó de insultarla. Curiosamente, cuando varios agentes acudieron al domicilio del acusado para proceder a la detención, su respuesta en la misma puerta fue: “¿Otra vez?”.
Era la octava ocasión en 10 años en que la policía había sido puesta en aviso sobre la naturaleza depredadora de Carrick, pero bien por el desistimiento de las víctimas, bien por su escasa colaboración, los casos no habían seguido adelante.
Durante más de un año, la instrucción judicial se ha llevado a cabo bajo secreto, sin que los medios de comunicación pudieran tener acceso a todos los datos escabrosos que se han conocido este lunes
La sentencia contra Carrick se conocerá el 6 de febrero.