"Es la obra maestra de su mujer", aseguró Michel Faro do Praddo, un tatuador brasileño dedicado al blackwok y a los tatuajes brutales, al hablar acerca de su transformado rostro.
Rebasa los 45 años de edad, pero a los 25 decidió transformarse y ser "el demonio humano".
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Cuando va por la calle causa la admiración de la gente que lo ve con extrañeza y repulsión en otros, Él se siente a gusto luego de haberse hecho ya 25 cirugías e implantes en la cabeza y rostro.
Se implantó cuernos, se cortó la nariz y el dedo anular de una mano y hasta se puso colmillos para parecerse más al diablo. Sus más recientes operaciones incluyeron la colocación de colmillos curvados de plata que sobresalen a ambos lados de la boca, pero antes ya se había mutilado el dedo anular de una de sus manos.
De joven era todo lo contrario, normal y delgado como otro cualquiera. En su transformación incluye el ejercicio y las pesas y su complexión cambio de forma ruda.
En su cuenta de Instagram se le conoce como Diabao Praddo y presume tener más de 149 mil seguidores.
reconoce que siendo tatuador comenzó con sus modificaciones cuando conoció a Carol, su mujer.
Entrevistado para un periódico norteamericano Michel Faro dijo que ha pagado mucho dinero a tatuadores profesionales para lograr su cambio.
Su trabajo principal es el blackwork y a los tatuajes brutales, que son aquellos tatuajes en los que se pinta una gran parte del cuerpo.
Su mujer es la especialista en los implantes y la que ha modificado en gran parte su rostro, "la idea es que me convierta en su obra maestra”, dijo.