Los primeros síntomas que uno tiene al no poder leer bien el periódico, las indicaciones en una caja de medicamentos, o simplemente la vista se torna borrosa al caminar por la calle es que se comienza a tener presbicia o vista cansada y que necesitará usar lentes a partir de entonces.
Es muy frecuente que por falta de tiempo o de dinero la gente recurre a comprar los "lentes de la farmacia", en lugar de hacer una cita al oculista y verificar mediante un exhaustivo examen qué graduación necesita para la vista.
Te podría interesar
Los lentes de farmacia, lupa o gafas de los chinos, son adecuados exclusivamente para su uso al leer como lentes auxiliares o de emergencia para ciertas graduaciones de vista cansada sin astigmatismo.
Sin embargo, usar lentes que no son los recomendables para cada uno en específico puede ser contraproducente.
Éstas son las razones por las que no debes usar lentes de la farmacia:
1.- Tienen lentes convergentes tipo lupa con una calidad óptica deficiente y con distorsiones que a mayor graduación son más acentuadas por usar un proceso de fabricación muy barato, totalmente diferente a las de las lentes talladas de las gafas graduadas a medida.
2.- Este tipo de lentes de lectura tienen unas graduaciones standard de presbicia o vista cansada que oscilan entre 1 dioptría y 3,5 dioptrías en pasos de 0,5 (+1,00 a +3,5 Dp). Como las tolerancias en este tipo de lentes son bastante grandes, muchas veces no coinciden exactamente la pegatina con la graduación de las lentes.
3.- Si tienes astigmatismo en alguno de los ojos o no tienes la misma graduación de dioptrías de vista cansada en ambos ojos los lentes de farmacia son una opción totalmente desaconsejable incluso para uso ocasional.
4.- Cada persona tiene una distancia interpupilar diferente y hay que medirla con precisión (en la óptica) para que el centro óptico de la lente de cada ojo coincida en el centro de la pupila. Los lentes de la farmacia son standard y no coinciden, salvo casualidad, con los centros del usuario. Cuanta mayor sea la graduación más problemas puede ocasionar esta diferencia.
5.- Tratamiento antirreflejante inexistente. El tratamiento antirreflejante es imprescindible para cualquier lente porque la calidad óptica mejora muchísimo y evita casi totalmente los reflejos producidos por las luces artificiales. Si quieres tener unos lentes de leer con tratamiento antirreflejante tendrás que hacerla a medida y con la ventaja que llevan incluido casi siempre otros tratamientos.
Así que, si no sabes qué graduación exacta necesitas, no compres los lentes de la farmacia o de los puestos piratas. Debes entonces de acudir al optometrista o al oftalmólogo que además detectarán si tienes alguna alteración visual.