El ex futbolista y capitán de la selección de Inglaterra, David Beckham, se mezcló entre la gente y como un súbdito más acudió a despedir a la reina Isabel II en la capilla ardiente instalada en Westminster.
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Vestido de traje oscuro, abrigo y una gorra, Beckham arribó durante la madrugada pues suponía que a esa hora sería menor el trafico de personas que desde hace un par de días hacen fila para despedir a la Monarca.
Su espera fue de casi 12 horas, tiempo en el que compartió saludos, fotografías y repartió autógrafos a quienes se acercaron con él. Para soportar la espera mientras iba caminando, el ex jugador del Manchester United, Real Madrid, Milán y Paris Saint Germain y dueño actual del Inter de Miami de la MLS, compró donas y las repartió entre la gente cercana.
En el 2003 fue condecorado por la reina Isabel II con la Orden del Imperio Británico.
“Este día siempre iba a ser un día difícil. El momento más especial para mí fue recibir mi Orden del Imperio Británico (OBE). Llevé conmigo a mis abuelos, que eran grandes monárquicos”, recordó sobre aquel encuentro en entrevista para la televisión británica.
En múltiples ocasiones se le vio en eventos donde asistía la reina, por lo que su cercanía fue frecuente con ella.
“Es un día triste, pero un día para recordar”, agregó.
La capilla ardiente de la reina, por donde han desfilado miles de personas en respetuoso silencio, permanecerá en el Salón de Westminster del Parlamento hasta el lunes por la mañana, cuando se trasladará a la Abadía de Westminster.
En ese lugar se efectuará el funeral de Estado al que han confirmado su presencia un centenar de jefes de Estado y representantes de familias reales.