En el estado de Lowa, Estados Unidos, una profesora de español fue atacada de manera brutal por sus estudiantes, quienes la golpearon en múltiples ocaciones hasta que la mujer perdiera la vida.
Lo mas sorprendente de la historia es que uno de los agresores confesó mediante redes sociales como cometió junto con su amigo el crimen que tuvo lugar el pasado 22 de noviembre, la declaración se hizo pública la semana pasada.
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Los estudiantes responsables de terminar con la vida de su maestra fueron identificados como Jeremy Goodale y Willard Miller, ambos de 16 años por el homicidio de su profesora Nohema Greber una mujer de 66 años quien impartía la materia de Español en la Escuela Secundaria Fairfield.
El crimen fue cometido el año pasado el día dos de noviembre, según el relato que los adolescentes compartieron mediante Snapchat, ambos estudiantes vigilaron a su profesora y la siguieron hasta el estacionamiento del parque, en un área cercana en donde la mujer había estacionado su automóvil.
Según los informes oficiales, las cámaras de seguridad captaron la camioneta de la profesora ingresando al estacionamiento del parque y casi una hora después, se puede ver la camioneta abandonando el lugar seguido por otro automóvil.
Algunos de los documentos oficiales revelaban que ambos jóvenes "estuvieron involucrados en la planificación, ejecución y eliminación de pruebas además de que revelaron los crímenes mediante la red social". Así como también se sustenta que el cuerpo inerte de la profesora se encontró abandonado el mismo día en que se declaró como desaparecida, en las instalaciones de un parque local.
Entre las pruebas de su culpabilidad que después fueron encontradas en el domicilio del joven Goodale se puede mencionar un bate de beisbol que concuerda con las heridas y "un trauma inflingido en la cabeza" que fue encontrado en el cuerpo de la mujer después de realizar la autopsia.
A su vez el joven Miller declaró ante la División de Investigaciones Criminales de Lowa que también utilizaron una carretilla de su vivienda, misma que utilizaron para empujar el cuerpo de la maestra, el testimonió fue sustentado por un hombre que declaró haber visto a los jóvenes a media noche empujando una carreta.
Hasta el momento las autoridades han informado que los jóvenes serán juzgados como adultos, pues al cometer un delito de tal gravedad, han renunciado a el derecho de ser castigados como menores de edad, si bien no se se les puede juzgar con la pena perpetua, se sabe que pasarán varios años en la cárcel, se sigue esperando la resolución de la corte.