El expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández fue presentado a los medios sentado y encadenado, acusado por narcotráfico.
Juan Orlando Hernández se dijo listo para colaborar con la policía nacional, horas después de que las autoridades rodearan su casa en medio de solicitudes del gobierno de Estados Unidos que presionó por su arresto y que ahora desean que extraditado a Washington.
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Juan Orlando Hernández, acusado de narcotráfico
Durante meses se había especulado que Estados Unidos planeaba solicitar la extradición de Hernández cuando dejara el cargo en medio de acusaciones de que teneia relación con narcotraficantes.
La líder de izquierda Xiomara Castro lo reemplazó como presidente el mes pasado.
La Corte Suprema de Honduras decidirá sobre la solicitud de extradición, se reunirá el martes por la mañana para nombrar un juez que supervise el caso, dijo un portavoz del poder judicial.
Estados Unidos busca extraditar a Hernández por cargos relacionados con armas y tráfico de drogas entre 2004 y 2022, informó la embajada de Estados Unidos.
La embajada dijo en el documento que Hernández era parte de un esquema que traficaba desde Honduras 500 mil kilogramos de cocaína recibidos de Venezuela y Colombia con destino a Colombia.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras había dicho a través de Twitter el lunes que había notificado a la Corte Suprema del país que la embajada de los Estados Unidos había solicitado el “arresto provisional formal de un político hondureño” para su extradición.
El lunes rodearon su casa
El lunes, decenas de policías rodearon la casa de Hernández y cadenas de noticias difundieron imágenes de un documento que mostraba una “solicitud formal de arresto provisional con fines de extradición a los Estados Unidos de América de Juan Orlando Hernández Alvarado”.
Nicole Navas, vocera del Departamento de Justicia de Estados Unidos, se negó a comentar. El Departamento de Estado de los Estados Unidos tampoco ha comentado todavía.
Un abogado de Hernández, Félix Ávila, dijo a un canal de televisión local que si un juez de la Corte Suprema ordena el arresto de su cliente, “ha dicho que si se lo permiten, está dispuesto a entregarse voluntariamente”.
La solicitud de extradición de Washington contrasta con un período en el que el gobierno de Estados Unidos vio a Hernández como un aliado vital en Centroamérica durante los ocho años que estuvo en el poder.
Estaba en la lista negra
La semana pasada, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que Hernández fue incluido en una lista negra el de personas acusadas de corrupción o de socavar la democracia en El Salvador, Guatemala y Honduras.
Blinken dijo en Twitter el 7 de febrero que nadie está por encima de la ley.
“Estados Unidos está promoviendo la transparencia y la rendición de cuentas en Centroamérica al hacer públicas las restricciones de visa contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, debido a acciones corruptas”.
Agregó el funcionario:
“Hernández se ha involucrado en una corrupción significativa al cometer o facilitar actos de corrupción y narcotráfico, y al utilizar las ganancias de actividades ilícitas para facilitar campañas políticas”.
Un testigo federal de Estados Unidos dijo que Hernández “recibió ganancias del narcotráfico como parte de los fondos de su campaña”.
Hernández dejó el cargo el 27 de enero. Ese mismo día, tomó juramento como representante de Honduras ante el Parlamento Centroamericano.
Se esperaron a que ya no fuera presidente
Con un sistema de justicia hondureño débil, la esperanza de justicia de los hondureños había descansado durante años en los fiscales federales de Estados Unidos en Nueva York, donde se siguió de cerca una serie de revelaciones contra el expresidente.
Durante meses se había especulado sobre si Hernández sería acusado una vez que ya no fuera presidente, porque los fiscales estadounidenses en Nueva York lo implicaron repetidamente en el juicio por narcotráfico de su hermano en 2019, alegando que su ascenso político fue impulsado por las ganancias de las drogas.
En un principioo, Hernández habeia negado todos los cargos y afirma que las acusaciones son parte de un complot de venganza de los mismos capos de la droga que su gobierno capturó o extraditó a Estados Unidos.
Su hermano, el excongresista hondureño Tony Hernández, fue condenado en marzo de 2017 a cadena perpetua en EE.UU. por tráfico de drogas.
De un momento a otro se espera la órden de extradición de Juan Orlando Hernández, acusado de narcotráfico