Jeffrey Dahmer fue sentenciado a 957 años de prisión, según él los archivos de Criminalia Magazine, el asesino serial no pudo alcanzar la pena de muerte que pedían las familias de las 17 víctimas, ya que en el estado de Wisconsin, Estados Unidos, está eliminada.
Las víctimas de Jeffrey no solo sufrieron un sangriento final, sino que el asesino se daba placer con los cuerpos de las víctimas, como lo eran las cabezas, piernas, torsos, y comía parte de ellas porque él sentía que se quedarían con él para siempre.
Te podría interesar
Dahmer asesinó a Stephen Hicks, 19 / Steven Tuomi, 26 / James "Jamie" Doxtator, 14 / Richard Guerrero, 25 / Anthony Sears, 26 / Eddie Smith, 36 / Ricky Beeks, 27 / Ernest Miller, 22 / David Thomas, 23 / Curtis Straughter, 19 / Errol Lindsey, 19 / Tony Hughes, 31 / Konerak Sinthasomphone, 14 / Matt Turner, 20 / Jeremiah Weinberger, 23 / Oliver Lacy, 23 / Joseph Bradehoft, 25.
En la revista Criminalia está la entrevista del investigador del FBI Robert Ressler con Dahmer en la biblioteca de la prisión se publicó en el libro de 1997 Inside the Monster. En la entrevista, Ressler trató de comprender mejor el pensamiento de Dahmer. Lo que verá es un fragmento de esa entrevista desarrollada durante el juicio de Jeffrey Dahmer.
Parte de la entrevista con Jeffrey Dahmer y la policía
La revista criminalia documentó parte de las entrevistas que tuvo la policía con Jeffrey Dahmer que no tuvo problema en decir todo lo que les hizo a sus 17 víctimas y lo que sentía al cometer todos sus crímenes.
Robert Ressler: Tenías unos dieciocho años cuando cometiste el primer asesinato, ¿no es cierto?
Dahmer: Antes llevaba un par de años teniendo la fantasía de encontrar a un hombre guapo haciendo dedo y (pausa dramática)… gozar de él (…) Ocurrió por casualidad una semana que no había nadie en casa.
Mi madre estaba fuera con David, en un motel a unos ocho kilómetros; yo tenía el coche, eran más de las cinco de la mañana y regresaba a casa después de haber bebido. No buscaba a nadie, pero a un kilómetro de casa, lo vi. Hacía dedo. No llevaba camisa y era guapo.
Me sentí atraído por él. Pasé por delante de él, frené y pensé: ¿Qué hago? ¿Lo hago subir o no? Le pregunté si quería fumar un porro y él respondió: ¡Estupendo! Fuimos a mi habitación, bebimos unas cervezas y en el rato que pasamos juntos vi que no era gay. No sabía cómo retenerlo, más que agarrando la barra de las pesas y golpeándolo en la cabeza.
Luego lo estrangulé con la misma barra (…) Estaba muy asustado por lo que había hecho. Anduve un rato de un lado para otro por la casa. Al final me di placer (…) Más tarde bajé el cadáver al sótano. Me quedo allí, pero no puedo dormir, vuelvo a subir a la casa. Al día siguiente tengo que pensar en una manera de deshacerme de las pruebas. Compro un cuchillo de caza. Por la noche vuelvo a bajar, le abro el vientre y me vuelvo a dar placer.
Robert Ressler: ¿Te emocionó su cuerpo?
Dahmer: Sus órganos internos.
Robert Ressler: ¿Los órganos internos? ¿La acción de destriparlo?
Dahmer: Sí, corté todo el cuerpo en pedazos. Agarré la cabeza, la lavé, la puse en el suelo del cuarto de baño y me di placer toda la noche.
En la revista Criminalia encontrarás documentos del asesino serial Jeffrey Dahmer, desde fotos hasta recortes de periódicos de la época que documentaros la historia del caníbal de Milwaukee.