La Avenida Kensington es una calle de Philadephia, Estados Unidos, donde el entorno parece sacado de una película de zombies: cientos de adictos, brutalmente afectados por las drogas, deambulan en el asfalto con la mirada perdida.
En fechas recientes y ante el incremento de la violencia y la distribución de drogas, trabajadores de la ciudad despejaron la calle reubicando a docenas de personas que vivían allí, en la avenida, en tiendas de campaña.
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La ciudad ofreció refugio, servicios de salud y asistencia para ofrecer tratamientos para adicciones a quienes decidieron quedarse.
Las pertenencias de los residentes que admitieron ser reubicados las empaquetaron en tinas de plástico.
Empleados con chalecos reflejantes arrastraron sillas plegables, cojines, cajas de leche, maletas, barreras de madera, zapatos y estanterías en un camión de basura.
Los barrenderos llegaron minutos después para lavar la avenida y limpiar los escombros y desperdicios.
Los hispanos que vievan allí reaccionaron al operativo en Kensington:
“El desalojo no durará mucho”.
15 residentes en sus tiendas de campaña decidieron quedarse. Funcionarios dijeron que más de 20 personas ya se habían mudado y al menos cuatro aceptaron viviendas.
Activistas, organizaciones cíviles del vecindario y funcionarios de la ciudad no están de acuerdo sobre limpia temporal de los campamentos de las personas sin hogar.
En los últimos tres años en Kensington y otros lugares han intentado este tipo de medidas y en todas fracasaron.
Los defensores de la justicia de vivienda que apoyan a quienes habitan los campamentos dicen que la ciudad no proporcionan opciones adecuadas de vivienda a largo plazo.
Un residente que pidió no ser identificado mencionó:
"Yo no voy a permitir que vengan al vecindario, la ciudad lo que hizo fue sacarlos de la avenida y meterlos en las calles. Trasladaron el problema, eso fue lo que hicieron, vélalo que la semana que viene regresan".
Los funcionarios de la ciudad admiten que no hay una solución rápida para resolver los problemas tan complejos de pobreza, falta de vivienda y adicción a las drogas que inundan el vecindario.
Mientras la policía estaba en el barrio el día de la reubicación para asegurar un perímetro alrededor de los campamentos, el proceso fue dirigido por trabajadores de la ciudad
La Oficina de Servicios para Personas sin Hogar estima que entre 250 y 300 personas viven sin hogar en la Avenida, mientras que los activistas y la policía dicen que durante el verano, el número se duplica y aumenta a más de 600.
Por lo pronto, en pocos días, la calle Lesington de Philadelphia regresará a ser un set perfecto para una película de zombies