Cientos de mujeres reales de tallas grandes y con defectos normales y cotidianos desafiaron los estándares de belleza y bajo a lluvia desfilaron cerca de aTorre Eiffel en París para reclamar más diversidad en la moda y ayudar a la gente a aceptarse.
Bajo las nubes, con bajas temperaturas y con mascarilla, las modelos reales atravesaron la pasarela de “All sizes catwalk” (pasarela para todas las tallas) evento del movimiento “body positive”.
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Modelos con curvas, muy delgadas, pequeñas, altas, con diferentes tipos de cuerpo, caderonas, enfundadas en lencería y camisones, desfilaron en la plaza del Trocadero, con la Torre Eiffel de fondo.
Algunos modelos hombres también participaron con ellas en la pasarela.
Georgia Stein, líder del movimiento “body positive” en Francia, celebró la cuarta edición el peculiar evento de moda.
“Este desfile fue un verdadero desafío: 500 modelos desafiaron las restricciones y el virus, y vinieron de toda Francia y de Bélgica, demostrando así que el movimiento crece”.
La organizadora enfatizó que se trata de un movimiento para estar conformes con sí mismas y los demás, cualquiera que sea la edad, cuerpo o defectos físicos o de salud.
"Puede pasar cualquier cosa en la vida y uno se siente mal consigo mismo. Este movimiento está aquí para ayudaros”
Las modelos fueron vestidas por la marca de ventas digitales china Shein.
Georgia declaró que no encontró ninguna marca francesa que hubiera querido participar, sin embargo considera que las cosas están cambiando en Francia en las campañas publicitarias y hasta en las pasarelas.
En marzo, la marca Chanel sacó a desfilar a una modelo de talla 40 cuya apariencia destacaba entre las demás y tuvieron muy buena aceptación.
Amélie Dore, de 30 años, que se dedica a la labor magisterial de enseñanza superior, lució con orgullo un conjunto de encaje que resaltaba sus formas durante el desfile. Orgullosamente quería probar que “todas las mujeres son hermosas”.
Una agente de viajes, Christina Constantin, de 27 años que llevaba un sujetador color carne y unas mallas negras con estampado de leopardo manifestó estar orgullosa de participar en el desfile.
Dawson Barba, una vendedora de 30 años, descubrió el “body positive” gracias a las redes sociales y y se animó por primera vez a modelar en su primer desfile, sintiéndose plenamente realizada.
“Es una gran alegría”, aseguró Dwson, con unas bragas y un sujetador de encaje negro. Estaba orgullosa de su forma de protestar contra una sociedad que cultiva la belleza “estandarizada”.