Una mujer ciega reportó la desaparición de su hijo, después de 20 años de la denuncia, descubrieron que el sujeto se encontraba en la misma casa, pero sin vida, esto sucedió en Brooklyn, Estados Unidos.
El hallazgo se suscitó en septiembre del 2016, pero la historia se retomó de nuevo en redes sociales, donde Rita Wolfensohn, la mujer ciega, sin saber estuvo viviendo con el cadáver de su hijo, mientras ella pensaba que estaba desaparecido.
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La Policía de Nueva York localizó el cuerpo en una casa de Brooklyn, tras un reporte de Josette Buchman, cuñada de la mujer, quien entró para buscar algunas cosas.
La cuñada de Rita Wolfensohn fue quien entró a la casa para buscar algunas cosas, pero descubrió el cuerpo. ya que la ancianita se encontraba hospitalizada tras sufrir una caída y su cuñada fue a la casa para llevarle algunas de sus pertenencias, pero antes de salir descubrió el cadáver.
Buchman detectó un olor fétido proveniente de una de las habitaciones, la cual estaba llena de telarañas y basura, ahí encontró un esqueleto casi intacto y vestido, con pantalón de mezclilla, una camisa y calcetines.
El cuerpo quedó tirado sobre su espalda en el suelo, debajo de un colchón delgado y se cree que falleció de causas naturales. “Parecía como si un camión de basura hubiera vertido su carga en aquel lugar”, declaró uno de los oficiales que acudió al lugar de los hechos. Los oficiales dijeron que la habitación olía a comida podrida pero no era el mismo olor que se produce con la carne en descomposición.
Según el New York Post, podría haber convivido con el cadáver cerca de veinte años. “Era como una escena de ‘Psicosis’”, dijo una fuente policial en referencia a la famosa película de terror de Hitchcock, en la que un hijo guarda los restos de su madre muerta en el sótano.
La anciana fue trasladada a un centro geriátrico, junto con sus objetos personales, en el que especialistas y médicos se encargará de atender sus primeras necesidades. En aquel momento era viuda, desde 1987, año en el que falleció su marido, Jesse, y madre de dos hijos, uno fallecido en 2003, a los 38 años y otro, Luis, supuestamente desaparecido hacía 20 años, a la edad de 50.