Un hombre en Italia, bajo arresto domiciliario, se presentó en la comisaría local para solicitar su entrada a la cárcel; el motivo es su esposa, a quien considera insoportable para compartir un minuto más en casa.
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El individuo es un albanés de 30 años, quien fue detenido e investigado por delitos relacionados por drogas. En dicho proceso, fue pedido por la fiscalía de Guidonia Montecelio, localidad cercana a Roma, para mantenerlo en su casa en tanto avanzaran las pericias policiacas.
La sentencia fue decisiva: se le condenó a varios años de arresto domiciliario.
Los "carabinieri" de Tívoli, ciudad vecina, indicaron recibir la visita del hombre, quien denunció "ya no poder hacer frente a la convivencia forzosa junto a su esposa".
"Exasperado por esta situación, el detenido en su casa prefirió 'fugarse' y presentarse de manera espontánea a los carabineros para implorarles poder cumplir su condena entre rejas", indica el texto realizado por las autoridades
El capitán Francesco Giacomo Ferrante, de los carabineros de Tívoli, comentó la particular situación con el albanés, quien se "fugó" de su lugar de sentencia, la casa que compartía con su esposa, para llegar hasta esta parte de la comisaría y pedir su encarcelamiento.
"Vivía en casa con su esposa y su familia. Y dijo que su vida doméstica se convirtió en un infierno, que no puede soportar más y quiere ir a la cárcel” comunicó Francesco Giacomo Ferrante.
En declaraciones del mismo acusado, indicó preferir la soledad de la cárcel, a mantenerse un día más con su pareja.
"Escuche, mi vida familiar se ha convertido en un infierno, ya no puedo más, prefiero ir a la prisión”, expresó el hombre arrestado.
Sin duda la decisión de este hombre en Italia, quien prefirió ir a la cárcel que quedarse con su esposa en la casa donde cumple su arresto habla de una relación desgastada y tóxica, donde dos personas ya no pueden convivir y cualquier opción es válida y hasta necesaria para dejar de estar juntos.
Jesús García