Desde la llegada del nuevo régimen talibán, la situación en Afganistán no es la mejor en materia económica. Con el bloqueo imperante hasta su legitimidad ante las Naciones Unidas, los habitantes del país deben buscar alternativas para sobrevivir ante la escasez de los alimentos. Por estos hechos, una familia de la región vendió a su hija para salvar del hambre a sus demás hermanos.
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La BBC documentó la situación actual en Afganistán, donde las personas recurren a actos desesperados con tal de conseguir comida. Desde inicios de agosto, con la llegada del movimiento islámico, se cancelaron los apoyos del fondo extranjero, limitando aún más la economía tambaleante de la nación oriental.
Una madre de Herat, al oeste del país, llora la pérdida de su hija a una reportera del canal tras confesar haber vendido a su hija por 500 dólares para poder alimentar a sus otros hijos.
Sin revelarse el nombre o la identidad del comprador, la madre aseguró que con la compra, el hombre criará a la niña para casarse con su hijo en un futuro. Sin garantías de cumplir con su palabra, ella accedió a intercambiar a su hija por el monto acordado, dinero que servirá para mantener a la familia por un mes más.
"Mis otros hijos estaban muriendo, así que tuvimos que vender a mi hija. ¿Cómo no voy a estar triste?”, expresó la mamá.
Con 250 dólares, la mujer se comprometió a cuidar a su bebé hasta que tenga la edad para caminar por su propia cuenta. Cuando esto pase, el hombre volverá por la niña para llevársela.
El país se encuentra al borde de un colapso económico; gran parte de su Producto Interno Bruto (el 40%) dependía de la ayuda extranjera, hoy suspendida hasta resolver los conflictos bélicos en su territorio.
La situación no es nada extraña en Afganistán, sin embargo, la compra directa de una menor de edad supone un golpe muy duro para la familia, quien vendió a su hija con tal de salvar a sus hermanos.
Jesús García