El Gobierno de Tamaulipas confirmó que el agua que se extrae de la cuenca del Río San Juan, particularmente de la Presa El Cuchillo, en Nuevo León, será utilizada en los próximos días para reactivar el riego agrícola en la zona fronteriza.
La decisión llega después de un año marcado por los desfogues destinados al pago de agua a Estados Unidos, una obligación que dejó en situación crítica a los distritos que dependen del almacenamiento en las presas internacionales.
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Los Distritos de Riego 025 y 026, ubicados al norte del estado y considerados entre los más productivos del país, han resentido especialmente el impacto, y, aunque la problemática sigue abierta, hay una brecha de alivio: el almacenamiento en El Cuchillo se mantiene en 82% y en Marte R. Gómez en 90%, una combinación que abre margen para atender al sector agrícola.
El secretario de Recursos Hidráulicos, Raúl Quiroga, detalló que en los días recientes continuaban enviándose 10 metros cúbicos por segundo para cumplir compromisos internacionales, sin embargo, en un plazo de alrededor de 15 días deberá iniciar el plan de riegos del Distrito 026, que depende directamente del trasvase San Juan–Marte R. Gómez, pues este distrito, con cerca de 70 mil hectáreas, no recibió agua durante el año por el superávit registrado, por lo que el arranque del ciclo es particularmente relevante.
La situación del Distrito 025 es distinta y mucho más compleja, sus casi 200 mil hectáreas quedaron sin disponibilidad debido a que prácticamente todo el recurso almacenado en las presas internacionales se destinó al pago de agua a Estados Unidos; hoy, sus volúmenes dependen de las presas Falcón y La Amistad, ambas en niveles mínimos.
De acuerdo con el funcionario, la escasez persiste en la región norte, razón por la cual revisan diariamente el comportamiento de las cuencas para aprovechar cualquier volumen disponible.
Mientras la cuenca del Río San Juan se mantiene “sobrada”, la crisis se concentra en el Bravo, donde los almacenamientos internacionales siguen a la baja.