Un hombre que resultó herido de bala durante un enfrentamiento en la colonia Balcones de Alcalá, en Reynosa, Tamaulipas, fue dado de alta del Hospital General aún con una bala en la pierna y fue sacado del área de urgencias y abandonado en la banqueta.
Edgar Iván Bautista, de 32 años, acababa de llegar a su trabajo cuando se convirtió en víctima colateral de la persecución, presentando una herida en la pierna izquierda, por lo cual tuvo que ser trasladado al Hospital General en un vehículo particular, para ser atendido.
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Estaba sentando en una bardita, empecé a escuchar los disparos, luego sólo sentí el impacto.
Bautista estaba armando varios limpiaparabrisas en su trabajo en espera de un cliente, cuando se registró el enfrentamiento donde resultó herido en su extremidad.
Quedé tirado entre la barda y la pared de la tienda; los de la Guardia Estatal sabían que no venía en la camioneta, sólo me preguntaron si iba a poner denuncia, pero estaba tan asustado que solo dije que no.
El hombre herido dijo que tras llegar al nosocomio, un médico intentó extraerle el proyectil, sin embargo, no tuvo éxito.
Ahí me sentaron en una silla de ruedas; luego de varias horas un médico intentó sacarme la bala sin poder hacerlo. Estuve toda la noche sin poder dormir.
Según el testimonio de la víctima, más tarde, un médico volvió a revisarlo y lo dio de alta. Tras unos minutos, fue sacado del área de urgencias y lo dejaron tirado en la banqueta del estacionamiento, sobre un cartón.
Su hermana, quien lo encontró en el suelo del estacionamiento, fue quien reclamó ante la administración del hospital, quienes solo respondieron que investigarían por qué lo habían sacado al estacionamiento a pesar de todavía tener la bala.
Hasta el momento, ni Edgar Iván ni su hermana se explican por qué no fue atendido y tampoco han obtenido respuesta por parte del Hospital General de Reynosa sobre el trato recibido, además de que el personal del nosocomio no firmó el alta.