Es muy común escuchar que a víboras, serpientes y culebras se les englobe en el mismo significado, utilizando cualquiera de los nombres anteriores como sinónimos, pero el especialista en herpetofauna de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Diego Gutiérrez Ascensión explica la diferencia.
El herpetólogo menciona que dependiendo de la zona suele arraigarse una forma en particular de llamar al ejemplar, pero desde una ‘formalidad biológica’ existen grandes diferencias entre los tres tipos.
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Los aspectos a tomar en cuenta a la hora de diferenciar a estos especímenes son los siguientes.
- Disposición de escamas
- Desarrollo embrionario
- Ausencia de parpados
- Muda de piel
- Dependencia de temperatura
Las serpientes cazan y eliminan a sus presas por constricción y se caracterizan por la ausencia de veneno en sus fauces.
El término serpiente engloba a 4 mil especies de estos reptiles, entre los cuales se desprenden los grupos Viperidae (víboras) y el Colubridae (culebras)
Las víboras se distinguen por ser siempre venenosas y contar con colmillos que inoculan la sustancia en sus víctimas, y existen 329 especies.
De acuerdo con Diego Gutiérrez la cabeza es triangular debido a la prominencia de las glándulas venenosas y el cuerpo abultado en la zona media.
Para poder identificarlas con facilidad, tiene pupilas verticales y escamas quilladas, aunque estos patrones no son exclusivos de las víboras, pero se presenta en la mayoría de estas.
Las culebras tienen un cuerpo con escamas lisas y cabeza uniforme a su cuerpo y suman mil 800 especies aproximadamente; algunas poseen veneno.
Es sumamente importante que, si te encuentras con alguno de estos ejemplares, te alejes con calma y no intentes de ahuyentarlo, se recomienda dar aviso a las autoridades si estos avistamientos suceden en zonas con gran afluencia de gente.