Si bien la popularidad de las modificaciones corporales es cada vez más aceptada y seguida por las nuevas generaciones, es innegable que todos alguna vez han pensado en la posibilidad realizarse un tatuaje.
Anteriormente el marcar la piel con tinta era una práctica asociada a pandillas y bandas criminales, pero el día de hoy es vista con relativa aceptación debido a la popularidad que ha ido tomando en las últimas décadas.
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Por eso, te damos un listado de las zonas en las que realizarse dicha modificación es considerado doloroso por artistas y clientes.
- Dorso de los pies.
- Tobillos.
- Rodillas.
- Caderas.
- Costillas.
- Muñecas.
- Codos.
- Clavículas
- Rostro.
Si bien el dolor asociado al tatuaje depende de la habilidad del tatuador y el tiempo de duración de la sesión, la razón por la cual estas zonas suelen ser dolorosas es porque la cantidad de músculos y grasa suelen ser minúsculas a la hora de separar la piel y el hueso, creando una sensación de rebote entre la aguja y el hueso.
Tatuarse es doloroso, en las zonas recomendadas para sentir una disminución o menor sensación de malestar son las partes en las que predomina la envoltura muscular, a mayor cantidad de musculo, menor será el dolor, como brazos, abdomen, piernas y pantorrillas.
Cómo cuidar tu tatuaje
Realizar dicha modificación corporal no consta de visitar sólo el estudio, sino que también conlleva una serie de cuidados.
- Evitar la fricción sobre el área del tatuaje.
- Usar siempre agua fría a la hora del baño.
- Usar jabón neutro.
- Secar de forma delicada y sin presión en el área.
- No rascar o manipular la zona.
- Hidratar la piel con productos para el cuidado especifico.
Aunque realizarse tal modificación ya no es una sentencia de por vida, puesto que existen procedimientos estéticos para la remoción de un tatuaje, como la sesión por láser, pero aun así es importante siempre pensarlo bien y consultarlo con expertos antes de tatuarse.