A lo largo de la historia de Hollywood, muchos actores y actrices han enfrentado el costo emocional y físico de la fama, con problemas de salud que marcaron sus carreras.
Uno de los casos más recordados es el de Sharon Stone, quien, en el punto más alto de su éxito, sufrió un derrame cerebral que no solo afectó su salud, sino también su estabilidad financiera.
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Otro caso notable es el de Charlie Sheen, famoso por su papel en la serie Two and a Half Men.
Durante la filmación de la serie, su dependencia al alcohol y las drogas lo llevó a sufrir múltiples sobredosis y a experimentar intensos dolores de cabeza, lo que lo hizo creer en un momento que tenía un tumor cerebral, y utilizó parte de la herencia de sus hijos para sobrevivir durante los momentos más críticos de su vida
A pesar de estas dificultades, Sheen ha logrado mantenerse sobrio desde enero de 2018, celebrando seis años libre de adicciones en 2024.
Además de sus problemas de adicción, en 2015 Charlie Sheen reveló en el programa Today Show de NBC que era VIH positivo, un diagnóstico que había recibido en 2011.
Decidió hacerlo público para detener las especulaciones y extorsiones que sufría, incluyendo un caso en el que una prostituta intentó chantajearlo tras tomar fotografías de sus medicamentos.
El comportamiento errático de Sheen y sus constantes recaídas llevaron a su despido de Two and a Half Men. La producción decidió reemplazarlo con Ashton Kutcher.
Jon Cryer, su coprotagonista en la serie expresó su esperanza de que la salida de Sheen le sirviera como una oportunidad para recuperarse.
En cuanto a su vida personal, Charlie Sheen tiene cinco hijos: Sami y Lola Rose, fruto de su matrimonio con Denise Richards; los gemelos Max y Bob, con su expareja Brooke Mueller; y su hija mayor, Cassandra, nacida de su relación con su novia de la preparatoria, Paula Profit.