Uno de los actores épicos del cine mexicano fue sin duda Mario Almada, una especie de súper héroe, pero en México, sin poderes sobrenaturales, pero tenía un don que no cualquier actor del mundo puede presumir, ni los Vengadores ni la Liga de la Justicia. Las balas de sus pistolas, en sus diferentes calibres nunca se le acaban, siempre tenía parque sin recargar. Fue el mismo actor, quien reveló el motivo del porqué siempre contaba con municiones.
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Mario Almada nació el 7 de enero de 1922 en Huatabampo, Sonora y falleció el 4 de octubre del 2016 en Morelos a los 94 años.
En una de tantas entrevistas señaló que participó en más de 320 películas en formato de 35 mm, pero el total fueron más de 600.
Entre sus películas más recordadas están El Extraño Hijo del Sheriff, Siete en la Mira, Ranger, Puerto Maldito, El Infierno, El Fiscal de Hierro, Pistoleros Famosos, Todo por Nada, Escape Sangriento y El Arracadas.
En una entrevista del 2013, Mario Almada por fin reveló el secreto de porqué no se le acababan las balas y su respuesta fue épica y quedará para la posteridad.
Aunque muchos no lo crean, las balas no se le terminaban por una cuestión de los directores.
Así me dicen (Chuck Norris), también el John Wayne mexicano, con las pistolas que nunca se le acaban las balas.
Son los directores, nunca cargaban, no querían perder el tiempo cargando las pistolas.
El éxito de Mario Almada fue tal que es comparado con El Santo o con el Chapulín Colorado como héroes nacionales, pero también se le dijo el Chuck Norris, Rambo y otros sobrenombres que le quedaban a la medida. Mario Almada fue el hombre de las balas infinitas.