La actriz de origen ruso Irina Baeva es sin duda alguna una de las personas más controversiales de México; la famosa desató la furia del público cuando se supo que fue la amante del actor Gabriel Soto y al mismo tiempo la causante del divorcio de la también actriz Geraldine Bazán.
Tras el escándalo, Irina nunca más volvió a protagonizar exitosas telenovelas y se concentró en realizar papeles antagónicos; cada vez que habla con la prensa o medios de comunicación, la famosa trata de dejar una buena impresión hablando de lo mucho que disfruta México y de cuánto sacrificó al dejarlo todo para irse a vivir al país azteca.
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Sin embargo, no todo lo que brilla es oro; la novia de Gabriel Soto no siempre fue bella como todos la conocemos ahora, pues se ha sometido a diferentes tratamientos estéticos para cambiar su figura y cara.
Irina Baeva nació el 25 de octubre de 1992 en Moscú, Rusia; la actriz es una de dos hijas de la pareja compuesta por un militar de carrera y una maestra de escuela.
Irina Baeva, así era antes de ser famosa
Desde niña le llamaba la atención el mundo de la farándula y quiso entrar a estudiar actuación en Rusia, pero sus padres le sugirieron elegir otra carrera más formal.
Baeva entró a estudiar periodismo en la Universidad Estatal de Moscú, sin embargo, nunca quiso desistir de su sueño de ser actriz, ya que ansiaba poder mostrar su talento el público y convertirse en una celebridad a nivel internacional.
Al igual que muchas chicas rusas de su edad y de su generación, creció viendo las telenovelas de Latinoamérica y así fue como aprendió a hablar español.
La famosa reveló que sus telenovelas favoritas fueron "Simplemente María", "Rosa Salvaje", "Teresa" y "Rebelde", todas producidas por Televisa San Ángel.
En 2011, cuando apenas tenía 18 años, la joven tomó la valiente decisión de dejar atrás Rusia para probar suerte en México, antes de hacerlo envió un correo electrónico al Centro de Educación Artística de Televisa para saber si siendo de Rusia podría entrar y le contestaron que sí.
Sin embargo, su familia no contaba con recursos suficientes para pagar su boleto y los gastos de vida de la Ciudad de México, inspirada en la trama de la telenovela Teresa, donde la protagonista seduce a un hombre rico para quedarse con su dinero, Irina decidió hacer exactamente lo mismo.
Exnovio de Irina Baeva
Para Irina Baeva no fue difícil encontrar un hombre mexicano que estuviera dispuesto a pagar su boleto de avión desde Rusia y pasó poco tiempo hasta que enamoró a un joven ingeniero para conseguir su propósito.
Con la intención en mente, la ahora actriz se registró en varios sitios para conocer personas y comenzó interactuar con muchos mexicanos, el primero que cayó rendido en sus encantos fue Alfredo Abundis Lugo, un ingeniero qué se dedica a desarrollar aplicaciones y mantener sistemas digitales.
Los dos Iniciaron una relación por internet y pasaban mucho tiempo haciendo videollamada e intercambiando mensajes, una vez en la capital de México Irina se hospedó en la casa de Alfredo Abundis, los dos nunca se casaron, pero prácticamente vivían como marido y mujer.
Todo parecía ir en serio
El joven ingeniero pensaba que su relación iba en serio y que él y la guapa rusa pronto llegaría a estar en el altar y no solo le compraba ropa, joyas y maquillaje a su novia, sino que también le ayudan a perfeccionar el español para que pudiera incursionar al centro de Educación artística de Televisa.
El joven también llevaba su novia de fiestas y viajes, incluso Abundis pagó para que le arreglaran la dentadura. Al llegar de Rusia, Irina tenía los dientes muy chuecos y gracias a la ayuda de su novio mexicano terminó luciendo una sonrisa preciosa y saludable.
Sin embargo, ella nunca llegó enamorarse de ese joven lejano al mundo del espectáculo que lo daba todo por ella, su intención era usar sus recursos económicos y dejarlo en cuanto se le presente una mejor oportunidad.
En camino a la fama
En 2013 Irina logró convertirse en estudiante del centro de Educación artística a pesar de no dominar el español por completo ni conocer lo suficiente la cultura local, poco tiempo después ella decidió terminar su relación con Alfredo Abundis para ese entonces él insistía en poner una fecha para la boda civil y religiosa.
Sin embargo, Irina no quería casarse porque según sus criterios el muchacho no era guapo ni lo suficientemente rico, sin pensarlo dos veces la rusa le rompió el corazón a su novio, dejándolo prácticamente sin ninguna explicación.
Irina Baeva tuvo una relación más con un actor venezolano, pero la actriz estaba pensando subir un escalón más a como diera lugar y sin importar lo que tuviera que hacer, fue como conoció a Gabriel Soto y el resto de la historia ya la conoces.