La DJ Barbara Butch, una destacada figura de la escena drag queen que participó en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, ha denunciado ser víctima de ciberacoso.
Butch, conocida por su militancia feminista y su identidad como lesbiana, reveló en su cuenta de Instagram que ha sido "objeto del enésimo ciberacoso, particularmente violento" tras su actuación en el evento.
Barbara Butch denuncia amenazas de muerte
El martes, una fuente cercana al caso confirmó que Butch presentó una denuncia formal por ciberacoso, amenazas de muerte e injurias públicas.
Te podría interesar
Su abogada, Audrey Msellati, explicó en un comunicado que su cliente ha sido "amenazada de muerte, tortura y violación", además de ser blanco de "numerosas injurias de carácter antisemita, homófobo, sexista y gordófobo".
El número que presentó Butch, titulado "Festividad", incluía a un grupo alrededor de una mesa con varias drag queens, una imagen que algunos sectores interpretaron como una burla de la última cena de Jesús con los apóstoles.
Esta interpretación provocó críticas de políticos de extrema derecha, del ex presidente estadounidense Donald Trump y del obispado francés, que lamentaron lo que consideraron un "escarnio y burla del cristianismo".
Desmienten acusaciones
Thomas Jolly, director de la ceremonia, desmintió las acusaciones, aclarando que la escena buscaba representar "una gran fiesta pagana vinculada a los dioses del Olimpo" y no la última cena de Jesús.
Por su parte, el comité organizador de los Juegos condenó firmemente el ciberacoso contra el equipo artístico, expresando su apoyo y solidaridad.
En su declaración en Instagram, Butch comentó que inicialmente decidió no responder a los ataques para dejar que los "haters" se calmaran.
Msellati declaró:
"Quienes atacan a Barbara Butch lo hacen porque no toleran que una mujer, lesbiana, gorda y judía pueda representar a Francia. Al atacarla a ella, atacan a los derechos y las libertades que ella representa en el espacio público".
Sin embargo, los mensajes que recibió se volvieron cada vez más extremos, lo que la llevó a tomar medidas legales. Su abogada subrayó que los ataques a Butch son un ataque a los valores y libertades de Francia, destacando su representación del país en el escenario internacional.