Con la muerte de Mario Vargas Llosa, el mundo despide a uno de los referentes más influyentes de la narrativa moderna. El escritor peruano, consagrado con el Premio Nobel de Literatura en 2010, falleció este domingo en Lima a los 89 años.
Reconocido por obras icónicas como La ciudad y los perros o Conversación en La Catedral, Vargas Llosa moldeó el pensamiento literario y político de generaciones enteras, fusionando ficción, ensayo y opinión en un estilo tan provocador como brillante.
Muere el escritor Mario Vargas Llosa
Desde su debut con Los jefes en 1959 hasta su despedida novelística en 2023 con Le dedico mi silencio, su pluma jamás cesó. Narrador, polemista, académico y editorialista, fue uno de los últimos intelectuales “totales”, con una voz poderosa que se alzó en los escenarios culturales y políticos del mundo.
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En su carrera brillaron todos los premios posibles: el Cervantes, el Planeta, el Rómulo Gallegos y hasta el ingreso en la Académie Française, privilegio reservado a muy pocos autores no franceses.
Pero su obra no solo se erigió sobre galardones. Vargas Llosa tejió su narrativa desde la experiencia personal, la memoria política y el conflicto moral. En sus novelas, los dictadores eran diseccionados, las estructuras de poder cuestionadas y la libertad defendida con fervor.
Su trayectoria, que abarcó desde el marxismo juvenil hasta un liberalismo desafiante, dejó huella en la literatura y en el debate público. Y aunque la polémica le siguió durante décadas, nunca se retiró del campo de batalla de las ideas.
Hoy, sus lectores lo despiden con gratitud. Mario Vargas Llosa, el arquitecto de las palabras, vivió muchas vidas en una sola y transformó el idioma en un territorio sin fronteras.