Con la cercanía de los festejos del 12 de diciembre, Día de la Virgen de Guadalupe, las calles de la ciudad se han llenado de color, sonido de tambores y cantos religiosos de cientos de fieles creyentes en su peregrinaje hacia el Santuario y Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Los contingentes guadalupanos utilizan calles como Doctor Mier, Obregón, Simón Bolívar y Canales, entre otras para llegar a la iglesia en una expresión de fe y gratitud hacia la también llamada “Morenita del Tepeyac”.
Durante esta semana se incrementaron las visitas al templo de los fieles y danzantes, algunas son de otras parroquias, asociaciones civiles, empresas, instituciones educativas particulares y comunidad en general, que se suman a las tradicionales peregrinaciones en honor de la Virgen de Guadalupe.
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Uno de los grupos de matachines que siempre se destaca por sus vestuarios es la danza de los jóvenes estudiantes del Instituto América de Estudios Superiores (IAES), con atuendos en color blanco y tonos perla y que se diferencian de otros danzantes y que desde hace 20 años con distintas generaciones de alumnos participa en las fiestas patronales de la virgen morena.
Andrés Ponce Díaz, director del IAES, comentó que cerca de 460 estudiantes de nivel secundaria y preparatoria; además de personal docente, administrativos y padres de familia formaron parte de la peregrinación anual.
“Ya es parte de nuestros programas en la institución, nosotros promovemos la diversidad en las ideas y respetamos las formas de pensar, pero nuestra escuela da esta posibilidad que los niños que de alguna forma coinciden con sus ideas religiosas, nos unimos y venimos a visitar a la Virgen de Guadalupe en su santuario, con ello seguimos fortaleciendo sus hábitos, no solo académicamente, sino también en su fe”, señaló.
De acuerdo al calendario de actividades de la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe diariamente entre 4 y hasta 8 grupos de peregrinaciones llegan a la iglesia durante los primeros 12 días de diciembre para presenciar las misas, las tradicionales mañanitas y también disfrutar de algún antojito mexicano en los puestos de comidas instalados en los alrededores del santuario.
