Muchas personas en México consideran que las hormigas chicatanas son sabrosas. Tienen un sabor único y distintivo que se describe como una combinación de nueces y mariscos. Al freírlas, adquieren una textura crujiente y un sabor característico.
El sabor de las chicatanas puede variar ligeramente dependiendo de la forma en que se preparen y de los condimentos que se utilicen. Algunas personas prefieren sazonarlas con sal, mientras que otras pueden agregarles especias adicionales como chile en polvo, ajo en polvo o limón para realzar el sabor.
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Las deliciosas hormigas chicatanas
Las chicatanas son muy conocidas y consumidas en diferentes estados de México como Oaxaca, Chiapas, Veracruz, Tabasco, Yucatán, Campeche y Quintana Roo.
Es importante tener en cuenta que el gusto por las chicatanas puede ser subjetivo y puede variar de persona a persona. Algunas personas disfrutan de su sabor y las consideran una delicadeza culinaria, mientras que otras pueden no encontrarlas tan agradables. Lo recomendable es probarlas por ti mismo y decidir si te gustan o no.
Las chicatanas son hormigas voladoras que pertenecen a la especie Atta mexicana. Son conocidas por su gran tamaño y su enjambre masivo que ocurre durante la temporada de lluvias. Estas hormigas se caracterizan por tener alas y formar colonias subterráneas.
Durante la época de lluvias, las colonias de estos insectos salen a la superficie en grandes cantidades, lo que puede resultar en la formación de nubes densas de hormigas voladoras.
Receta
La preparación del platillo de chicatanas puede variar dependiendo de la región y de las preferencias culinarias de cada persona. Esta es una receta básica para prepararlas:
Ingredientes
- 1 taza de chicatanas limpias y sin alas
- 2 tomates grandes
- 1 cebolla mediana
- 2 dientes de ajo
- 1 chile serrano (opcional, ajusta la cantidad según tu tolerancia al picante)
- 1 cucharada de aceite vegetal
- Sal al gusto
- Cilantro fresco picado (opcional, para decorar)
Instrucciones:
Prepara las chicatanas: Limpia las chicatanas, retira las alas y las patas, y lávalas brevemente para asegurarte de que estén limpias. Escúrrelas y sécalas bien.
Asa los tomates, la cebolla y el chile: Puedes hacerlo colocándolos directamente sobre una parrilla caliente o asándolos en el horno hasta que la piel se haya oscurecido y se hayan ablandado. Una vez asados, deja que se enfríen y luego retira la piel del tomate y las semillas del chile.
Sofríe las chicatanas: En una sartén grande, calienta el aceite vegetal a fuego medio. Agrega las chicatanas y dóralas ligeramente durante unos minutos hasta que estén crujientes. Retíralas de la sartén y reserva.
Prepara la salsa: En una licuadora agrega los tomates asados, la cebolla, el ajo y el chile serrano. Tritura hasta obtener una mezcla suave y homogénea.
Cocina la salsa: En el mismo sartén donde doraste las chicatanas, vierte la salsa y cocina a fuego medio-bajo durante unos minutos, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa se caliente y se integren los sabores. Agrega sal al gusto.
Agrega las chicatanas: Incorpóralas previamente doradas a la salsa y revuelve para que se mezclen bien. Cocina por un par de minutos más para que se impregnen con el sazón de la salsa.
Sirve y decora: Sirve la salsa en un plato hondo. Si lo deseas, puedes decorar con cilantro fresco picado.
Esta es solo una forma básica de preparar un platillo de hormigas chicatanas. Se puede disfrutar sola con tortillas de maíz, como acompañamiento de carnes o intergrada a otros bocadillos tradicionales. Recuerda que esta es una receta básica y puedes ajustar los ingredientes y condimentos según tu gusto personal.